Huevos y silbidos
Andaba aquella noche el camarero refunfu?ando contra su cu?ado. "Es un peque?o empresario, de HB, y se pasa el d¨ªa hablando de libertades nacionales, pero resulta que en casa tiene dicho que quien manda es ¨¦l. Y a quien no le guste, ya puede largarse. En eso no hay libertad". ?Y la esposa, su hermana, qu¨¦ hace? "Nada, aguantarse". Ah¨ª termin¨® toda la charla. No se le pod¨ªa hacer mucho caso porque hay carcamales en todas partes y de todos los colores. El personaje era de los que Arzalluz hab¨ªa dibujado en un mitin reciente: "Lo agradable que debe ser vivir como Dios y votar a HB, cubrir todos los flancos".. Pocos d¨ªas despu¨¦s, sin embargo, hubo ocasi¨®n para acordarse del camarero y de su cu?ado.Herri Batasuna hab¨ªa convocado un mitin frente al teatro Arriaga de Bilbao. Al fondo de la plaza, una caravana de coches redondeaba el decorado electoral con las banderas habituales en estos casos. Y no faltaba entre ellas, claro, la lila con el espejo de Venus. El ya hist¨®rico estandarte del movimiento feminista.
La encargada de oficiar la ceremonia y presentar a los oradores era una chica, c¨®mo dir¨ªamos... , muy normal. Y, sin embargo, cada vez que sub¨ªa al escenario, un coro disperso de muchachos saludaba a su amiga con aquel silbido que lo ¨²nico que puede querer decir es "t¨ªa buena". Nadie, parec¨ªa ofenderse, ni tan siquiera su destinataria, que les devolv¨ªa una sonrisa. Desde luego, una an¨¦cdota sin importancia, pero aquellos chavales o no alcanzaban a saber el significado de su bromita vulgar y machista, incluso "muy espa?ola" para algunos- o deb¨ªan de considerarla una contradicc¨ª6n secundaria. La misma HB,, en su programa, cuando habla de la mujer, dice que conseguir cambios reales exige profundas transformaciones, un cambio de valores y mentalidad. Pues eso.
Beavis y Butt-Head, de haber estado, habr¨ªan hecho lo mismo, pero sin abrigarse con ninguna bandera lila. Quiz¨¢ tambi¨¦n fueron ellos dos los que tiraron huevos a Marta S¨¢nchez, que hab¨ªa ido a Santurtzi a presentar su nuevo disco, Mujer. Pero si no fue esta pareja maleducada de dibujos animados, ?qui¨¦n? En cambio, los de Izquierda Unida tienen muy claro que fueron j¨®venes radicales los que reventaron un mitin suyo. Llevaban una pancarta -"IU, los j ¨®venes no os queremos"- y agredieron a un militante.
Desde luego, en el llamado mundo radical vasco hay una mezcla complicada. Porque est¨¢n los que s¨®lo son radicales en el tema nacional -algunas dulces viejecitas que saludan al pistolerismo etarra-; los que quieren serlo en todo elaborando un insoluble discurso, y, por ¨²ltimo, los que, sin entretenerse en mayores honduras, se sienten desalojados de la sociedad -el paro ayuda gravemente a ello- y pueden meterse con cualquier cosa o persona que parezca conllevarse o ser de la susodicha sociedad. Un mezcla complicada para quien quiera administrarla o, peor, colgarles una bandera a todos los que pasan por ah¨ª.
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