Nueva etapa en Irak

LA APROBACI?N por el Consejo de Seguridad de una resoluci¨®n sobre Irak votada por todos sus miembros, a pesar de interpretaciones diversas de EE UU, Rusia, Francia y otros, deber¨ªa poner fin a la crisis que se inici¨® con la concentraci¨®n de tropas iraqu¨ªes cerca de la frontera con Kuwait, seguida por el espectacular despliegue militar norteamericano para evitar un presunto peligro de agresi¨®n.El origen de la crisis sigue sin estar claro. ?Por qu¨¦ envi¨® Husein destacamentos militares a la zona pr¨®xima a Kuwait? La explicaci¨®n de un gesto tan absurdo hay que buscarla quiz¨¢ en causas interiores: deserciones y disgusto en las Fuerzas Armadas, necesidad de disciplinarlas con una operaci¨®n de amenaza, llamar la atenci¨®n para pedir apoyos al levantamiento del embargo. Pero Husein tiraba piedras a su tejado y dificultaba el replanteamiento de las sanciones.

En cuanto a Washington, el gran error de Clinton fue querer convencer al mundo de que estaba a punto de desencadenarse una segunda agresi¨®n iraqu¨ª. Era inveros¨ªmil. La campa?a le ven¨ªa bien a Clinton en v¨ªsperas de las elecciones de noviembre. Los sondeos lo confirman. Pero, con el papel excepcional que :?E UU desempe?a hoy en el mundo como primera potencia militar, es preocupante que recurra a medios militares sin razones serias y sin buscar consenso con los aliados. En este caso tuvo el apoyo brit¨¢nico, pero las reservas de Francia fueron notables. Y saludables, ya que han ayudado a modificar la resoluci¨®n de la ONU en un sentido m¨¢s moderado y sensato.

Por otra parte, era l¨®gico que la obsesi¨®n militarista de Washington y las discrepancias suscitadas entre varios de sus aliados empujasen a los rusos a reafirmar distancias y a tomar una iniciativa diplom¨¢tica ante un pa¨ªs con el que ha tenido lazos muy estrechos en otra ¨¦poca. As¨ª lo ha hecho el ministro K¨®zirev con su viaje a Bagdad, donde se present¨® como mediador entre Irak y las Naciones Unidas. En la coyuntura presente ese gesto ha sido positivo, sobre todo porque Rusia se ha mantenido dentro del de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Pero un reforzamiento del papel ruso en el entramado pol¨ªtico de la regi¨®n no es tranquilizador. La situaci¨®n interna en Mosc¨² est¨¢ sujeta a probables sacudidas, y los impactos que ello podr¨ªa acarrear en el campo internacional son dif¨ªcilmente previsibles.

Con vistas a una nueva etapa, la ONU debe concentrar sus esfuerzos en relaci¨®n a Irak en dos aspectos fundamentales: reforzar los controles para que se someta a las condiciones que limitan su potencial militar y, a la vez, examinar el levantamiento de ciertas sanciones que da?an sobre todo a la poblaci¨®n civil.