El juez perseguido

Un juez nacido en Orense, de 63 a?os, Claudio Movilla, es el ponente de la causa seguida contra el presidente de Cantabria, Juan Hormaechea. ?l es el encargado de redactar la densa sentencia de m¨¢s de 70 folios, siempre consultando a los otros dos magistrados de la Sala, Mario Garc¨ªa-Oliva y Jos¨¦ Redondo.Movilla redact¨® en las ¨²ltimas semanas la sentencia utilizando un ordenador instalado en su propio domicilio. "No por dudar de la discreci¨®n de los funcionarios sino por mayor funcionalidad", advierte.

Ya en los meses que precedieron a la vista surgieron los primeros lances. Presumiblemente con el prop¨®sito de demorarla, para intentar tambi¨¦n que las autoridades superiores le apartaran de la causa o la propia renuncia del magistrado, el presidente procesado emprendi¨® contra ¨¦l una ofensiva sin tregua y en toda la regla en la que se comprometi¨® al propio Consejo de Gobierno e implic¨® a algunos letrados.

A principios de diciembre de 1993, cuando ya se preparaba la primera impugnaci¨®n ante el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), Movilla fue acusado por el presidente de proclamar p¨²blicamente su izquierdismo. "Yo no s¨¦ si en 1936 -eso tendr¨ªa que contestarlo ¨¦l-, tales convicciones pol¨ªticas hubieran sido motivo suficiente para tirar a la gente al mar por el faro de Cabo Mayor", insinu¨® el presidente ante los periodistas. "Aqui, desde luego, hubo quienes, movidos, por sus ideales de izquierdas, arrojaron a algunas personas por aquellos acantilados".

El juez no vacil¨® en calificar de "vergonzosas" las insinuaciones del procesado por "revelar una catadura que yo no desear¨ªa para el presidente de una comunidad aut¨®noma", puntualiz¨®.

Hormaechea opt¨® apresuradamente por interponer ante el Tribunal Supremo una querella por injurias contra el juez, enseguida desestimada, al tiempo que el magistrado manifestaba que el presidente tendr¨ªa un proceso digno, exento de cualquier tipo de valoraciones pol¨ªticas sobre su gesti¨®n al frente del Consejo de Gobierno. Siguieron luego otros dos escritos de recusaci¨®n ante el TSJC contra Movilla por desconfiar de su imparcialidad e independencia, asimismo rechazados. El Presidente: se basaba en que su juzgador ten¨ªa, un inter¨¦s en la. causa, no pod¨ªa ser ajeno a la pol¨¦mica que por entonces su esposa, Elisa Polanco, bi¨®loga, manten¨ªa con Hormaechea por la adjudicaci¨®n de una plaza de funcionaria en la Diputaci¨®n regional, obtenida mediante concurso de oposici¨®n. Un decreto del Consejo de Gobierno revoc¨® el nombramiento que meses m¨¢s tarde confirmar¨ªa una sentencia del TSJC.

Todav¨ªa en estos d¨ªas, a punto de leerse la sentencia, el juez, de cuyo presunto af¨¢n de protagonismo en la vida social de Santander tambi¨¦n ha sido censurado por el Consejo de Gobierno, acaba de enterarse de que en junio pasado, en pleno desarrollo del juicio oral, la Diputaci¨®n regional recurri¨® su designaci¨®n como presidente del TSJC a cuya reelecci¨®n hab¨ªa concurrido un mes antes. El Consejo General del Poder Judicial ha emplazado al juez, lo que ¨¦ste no har¨¢, a comparecer como parte coadyuvante en la resoluci¨®n del recurso.

El magistrado hab¨ªa obtenido en mayo pasado el nombramiento gracias a los votos de ocho vocales del Consejo General del Poder Judicial que superaron s¨®lo por uno a los miembros de presunta ideolog¨ªa conservadora, que emitieron sus papeletas en blanco. La resoluci¨®n del ¨²ltimo recurso corresponde a la Sala Tercera del Tribunal Supremo, que posiblemente la desestime y puede que, de paso, impute a la Diputaci¨®n regional ."abuso de poder".