El Palacio de Nuevo Bazt¨¢n genera plusval¨ªas millonarias mientras se hunde
El palacio de Nuevo Bazt¨¢n, (1.130 habitantes) s¨®lo provoca quebraderos de cabeza a su actual propietario, Banesto. Este banco tendr¨¢ que pagar 260 millones de pesetas al Ayuntamiento en concepto de plusval¨ªas, seg¨²n sentencia de la Audiencia Nacional. Banesto se enfrenta, adem¨¢s, a las exigencias de la Comunidad que pide que el conjunto hist¨®rico-art¨ªstico sea restaurado por el banco.El palacio de Nuevo Bazt¨¢n fue construido en el siglo XVIII, por Juan de Goyeneche. Sus descendientes mantuvieron su propiedad hasta hace nueve a?os. En 1985, a causa de las hipotecas, el palacio sali¨® a subasta. Banesto lo adquiri¨®. Lo que parec¨ªa un buen negocio, pronto se destap¨® como un enorme problema financiero: hab¨ªa que restaurar el edificio y, adem¨¢s, el Ayuntamiento exig¨ªa 113 millones de pesetas en plusval¨ªas.
Banesto recurri¨® a los tribunales. La Audiencia Nacional ha dado ahora la raz¨®n al Consistorio. Banesto tendr¨¢ que abonar, adem¨¢s, otros 150 millones en concepto de intereses y recargos. El banco confirm¨® ayer que "se pagar¨¢ lo que hayan decidido los tribunales".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
