Silvio Berlusconi reconoce que ¨¦l y su partido pierden apoyos en Italia
La popularidad del primer ministro italiano, Silvi¨® Berlusconi, y de su movimiento, Forza Italia (F1), decae. Lo reconoci¨® el propio interesado cuando advirti¨® el mi¨¦rcoles a los candidatos de FI con vistas a las elecciones locales de noviembre: "Estamos perdiendo apoyos. Esperad un menor entusiasmo respecto a las anteriores elecciones". El l¨ªder habl¨® luego del normal desgaste del poder. Pero el problema es que, en el caso de Berlusconi, l¨ªder de una coalici¨®n heterog¨¦nea e inestable, el desgaste es una amenaza total a su continuidad en el Gobierno.
Las apuestas sobre si la carrera pol¨ªtica de Berlusconi durar¨¢ veinte d¨ªas o veinte a?os derivan ahora m¨¢s bien hacia la primera de esas hip¨®tesis, mientras los an¨¢lisis se remiten a la reflexi¨®n m¨¢s s¨®lida del periodo anterior a las elecciones: que ning¨²n triunfo eventual del actual primer ministro podr¨ªa ser interpretado como una victoria total de la derecha,- en la medida en que toda la organizaci¨®n pol¨ªtica de dicho sector hab¨ªa quedado hecha a?icos. La suma de FI, Alianza Nacional (AN) y la Liga Norte, integradas en el Polo de la Libertad, jam¨¢s constituir¨ªa, por ello, un verdadero sujeto pol¨ªtico.Los hechos est¨¢n demostrando que la derecha italiana debe ser construida casi de cero, y que no es nada seguro que Berlusconi se vaya a consolidar como l¨ªder de ese proyecto. Su falta de oficio, su recurso al eslogan y a la propaganda televisiva en sust¨ªtuci¨®n del verdadero razonamiento pol¨ªtico marcan claras limitaciones.
Lo refleja el dato de que los ¨²ltimos sondeos est¨¦n dando en alza a los partidos m¨¢s tradicionalmente pol¨ªticos -la ultraderechista AN y el Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS), sobre el que arrecian las investigaciones anticorrupci¨®n-, mientras retrocede FI y se precipita la Liga, v¨ªctima del espontane¨ªsmo y del personalismo de su l¨ªder, Umberto Bossi.
"Las cosas que debo hacer son tantas y tan complicadas que no logro dormir. Si el Berlusconi emprendedor. rend¨ªa 10, el pol¨ªtico no llega a rendir 1 ", reconoci¨® el l¨ªder a sus huestes, antes de asegurarles: "Pero yo aguanto duro y sigo adelante, no pod¨¦is dudarlo".
El primer ministro tampoco ha logrado ofrecer al pa¨ªs la perspectiva de una garant¨ªa cre¨ªble de que no favorecer¨¢ desde el Gobierno a las empresas que le pertenencen. Pero lo m¨¢s grave es que, su Gabinete sufre, finalmente, de una seria par¨¢lisis causada por las divergencias entre los partidos que lo integran y por la necesidad de mantener el inestable consenso.
Lo m¨¢s importante que el Gobierno de Berlusconi ha decidido hasta ahora, unos presupuestos para, 1995. en l¨ªnea con la pol¨ªtica de austeridad dictada por los dos Gabinetes que le precedieron inmediatamente, es revisado hasta un punto todav¨ªa dif¨ªcil de calcular, a fin de contener las protestas sindicales.
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