"Soy un amo de casa"

Valent¨ªn Arregui, donostiarra de 36 a?os, se define as¨ª: "Soy un amo de casa y no un cocinillas, aunque me gusta mucho la cocina". Desde que naci¨® su hijo Alain, hace cinco a?os, este ex operativo de banca, en proceso de separaci¨®n matrimonial, se dedica exclusivamente a las tareas dom¨¦sticas y al cuidado del ni?o. El trabajo de Arregui al frente del hogar familiar ha determinado la decisi¨®n del Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 3 de San Sebasti¨¢n, que le ha concedido, provisionalmente, la guarda y custodia del ni?o y el disfrute del domicilio conyugal.Arregui recibi¨® con "sorpresa y gran alegr¨ªa" la decisi¨®n de la juez Virginia Villanueva Cabrer. "Hubiera sido durisimo para m¨ª separarme del ni?o. Yo le he cambiado los pa?ales, le he dado los biberones y le he criado desde el principio. Me dedico a ¨¦l en cuerpo y alma desde hace cuatro a?os y medio. Alain es la mayor satisfacci¨®n de mi vida", dice.

Desde que ha saltado la noticia, el tel¨¦fono de su casa del barrio de Trintxerpe no para de sonar, y el despacho de su abogado, Ra¨²l Carbonero, se ha convertido en el escenario de las entrevistas con los periodistas. "En mi casa no entra nadie. Quiero preservar nuestra intimidad y dejar al ni?o al margen del proceso", explica Arregui. El peque?o Alain expresa un gozoso aturdimiento ante la expectaci¨®n que crea su persona. Y es que este peque?o se ha convertido en la esperanza de muchos hombres separados. El abogado tercia: "Hay que dejar claro que el caso de Valent¨ªn no es com¨²n. En su caso, los papeles est¨¢n cambiados, su padre le ha dado los biberones y ejerce de amo de casa". El dictamen, del pasado d¨ªa 19, mantiene la patria potestad para los progenitores y establece un plazo de 15 d¨ªas para que la esposa abandone el hogar familiar. El auto ordena asimismo a la madre, que trabaja como dependienta, aportar 30.000 pesetas mensuales para la alimentaci¨®n del ni?o. Arregui y su representante legal s¨®lo encuentran una queja a la decisi¨®n judicial: la cuant¨ªa de la pensi¨®n. "Si se mantiene en 30.000 pesetas, tendr¨¦ que recurrir a la asistencia social", afirma el padre. El r¨¦gimen de visitas decidido por la juez se limita a los fines de semana y las vacaciones, pero Arregui y su esposa han decidido que "sea lo m¨¢s amplio posible, por el bien del ni?o".

Arregui se qued¨® sin trabajo hace cuatro a?os y medio, cuando el ni?o era todav¨ªa lactante. "Me indemnizaron y los dos decidimos entonces que fuera yo el encargado del cr¨ªo y de la casa". Si Arregui echa algo de menos de su trabajo profesional es la vida social, especialmente ahora, en su separaci¨®n tras 10 a?os de matrimonio. "Tengo mucho tiempo para pensar porque, mientras barres, no tienes ning¨²n jefe que te diga que llevas 10 minutos limpiando la misma baldosa. Como amo de casa te encuentras m¨¢s apartado de la realidad y de la gente, pero no cambio esto por nada", afirma.

Explica que "lo que menos me gusta es la plancha", y lo mejor de su trabajo es "cuidar de Alain. Yo descubr¨ª a los ni?os cuando naci¨® ¨¦l. No hab¨ªa cambiado un pa?al en mi vida y es verdad que se me han ca¨ªdo muchos esquemas. Eso del instinto matemal es un cuento. Lo importante es el amor por el ni?o, no el sexo de quien lo cuida".