La pugna entre Walesa y el Gobierno agrava la crisis polaca
"El carro polaco se ha parado en el barro", ha dicho recientemente Lech Walesa en un discurso televisado a todo el pa¨ªs. Polonia sin la Constituci¨®n, con unos partidos pol¨ªticos d¨¦biles y un presidente que cada pocos meses emprende una campa?a contra todos los dem¨¢s centros del poder parece realmente estar sumida en el "barro" de la crisis pol¨ªtica. S¨®lo en los ¨²ltimos dos meses en las luchas se vieron involucrados el Ej¨¦rcito, el Consejo Audiovisual y, ¨²ltimamente, el ministro de Exteriores, Andrzej Olechowski, quien anunci¨® que abandonar¨¢ el cargo si antes de fin de a?o no se aclaran las acusaciones que pesan sobre ¨¦l por haber cobrado ilegalmente un segundo sueldo del mayor banco polaco.
En el mensaje televisado el jueves el presidente Lech Walesa ha proclamado la guerra al Gobierno y a las dem¨¢s ¨¦lites pol¨ªticas del pa¨ªs a las que ech¨® la culpa de la lentitud de las reformas. El discurso de Walesa no fue sino la continuaci¨®n de una ofensiva iniciada hace semanas.
Maniobras electorales
Los preparativos para la campa?a electoral comenzaron en el pasado mes de agosto cuando Lech Walesa consigui¨® nombrar a uno de sus colaboradores m¨¢s pr¨®ximos jefe del Consejo Audiovisual. Poco despu¨¦s Walesa no dud¨® en violar la ley para introducir en el Consejo a otros dos representantes con lo cual, de momento, logr¨® paralizar sus trabajos. Seg¨²n sus adversarios, Walesa pretende asegurarse la "simpat¨ªa" de los medios p¨²blicos durante la pr¨®xima campa?a electoral y hacer negocios con los consorcios privados que desean entrar en el mercado audiovisual de Polonia.El 30 de septiembre al esc¨¢ndalo del Consejo Audiovisual Walesa a?adi¨® otro: intent¨® forzar la dimisi¨®n del ministro de Defensa organizando una votaci¨®n en contra del ministro entre los generales reunidos en un campo de tiro. La prensa calific¨® los hechos ocurridos en la base militar de Drawsko, al norte del pa¨ªs, de pucherazo. Casi todos los partidos, representados en el Parlamento, apoyaron una resoluci¨®n en la que exhortaron a Walesa a no atentar contra la democracia. La respuesta de Walesa fue contundente: "El Parlamento no es un tribunal y no tiene derecho a juzgar mis actos", declar¨® el presidente polaco.
El partido m¨¢s fuerte, el ex comunista (Socialdemocracia de la Rep¨²blica) est¨¢ desgarrado tambi¨¦n por un conflicto entre los socialdem¨®cratas, liderados por Aleksander Kwasniewski, y los comunistas de Leszek Miller. Otro problema que sufren los poscomunistas es la crisis interna de la coalici¨®n gubernamental. Los socialdem¨®cratas acusan a su aliado, el Partido Campesino Polaco, y a su l¨ªder y primer ministro, Waldemar Pawlak, de la falta de cualquier pol¨ªtica informativa, el frenazo de la privatizaci¨®n y la lucha feroz por las poltronas. El portavoz de los ex comunistas, Zbigniew Siemiatkowski, acus¨® ayer a los agrarios de incumplir los acuerdos.
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