0,7% y cooperaci¨®n universitaria

La sensibilidad respecto del 0,7% en nuestra sociedad, y muy en particular en el ¨¢mbito universitario, va intensific¨¢ndose de modo espectacular. Las movilizaciones actuales no son ciertamente modas superficiales y pasajeras, sino fruto de un maduro convencimiento.Ning¨²n pol¨ªtico con un m¨ªnimo de olfato osar¨ªa en la actualidad presentar una oposici¨®n directa a esta bola de nieve que se va convirtiendo en alud popular. Pero hay formas sutiles de oposici¨®n solapada bajo matices de practicidad, sentido com¨²n, oportunidad, etc¨¦tera. El argumento capcioso no va ahora por la l¨ªnea del, "no podemos ahora", sino del "ser¨ªa posible y estar¨ªamos dispuestos, pero ?sabr¨ªan, nuestras ONG gastar el dinero razonable y eficazmente?" Al parecer algunos pol¨ªticos desconf¨ªan de los ciudadanos casi tanto como una gran parte de los ciudadanos desconf¨ªa de la mayor¨ªa de los pol¨ªticos.

De los razonamientos de algunos de nuestros parlamentarios parece que un observador imparcial habr¨ªa de poder deducir dos cosas: (1) que las cantidades actualmente destinadas por nuestro Gobierno a la cooperaci¨®n saturan totalmente las posibilidades de gasto eficaz por parte de su Administraci¨®n y de las ONG y (2) que la gran cantidad de dinero que generar¨ªa la partida del 0,5% para la cooperaci¨®n en los presupuestos del 95, que ya se hab¨ªa pactado con la Plataforma en las negociaciones pasadas, no corresponde, en estos momentos a la capacidad de gasto razonable y eficaz de la Administraci¨®n ni de las ONG.

Lo primero es claramente falso y como muestra basta el siguiente bot¨®n de nuestra Agencia gubernamental para Cooperaci¨®n. La Agencia espa?ola en El Salvador se dispon¨ªa a llevar adelante la puesta en marcha en 1994 de un centro de distribuci¨®n de vacunas. El objetivo era proveer de la posibilidad de vacunaci¨®n, contra todas las enfermedades para las que actualmente existe vacuna, a toda la poblaci¨®n infantil de El Salvador. La total ausencia de financiaci¨®n de la misma direcci¨®n de la Agencia en El Salvador ha hecho imposible tal programa.

La segunda objeci¨®n parece asentarse sobre el desconocimiento de la fuerza de convocatoria y del dinamismo que una causa como la cooperaci¨®n posee en la actualidad entre, los j¨®venes y los menos j¨®venes. Por si las movilizaciones actuales no bastaran para ponerlo de manifiesto, otro bot¨®n de muestra podr¨ªa ayudar. Noviembre de 1993. Una veintena de profesores de siete universidades espa?olas con algunos a?os de experiencia de colaboraci¨®n en cursos diversos en las universidades m¨¢s en precario de Iberoam¨¦rica deciden agruparse en una ONG para coordinar sus esfuerzos y ofrecer un trabajo sistem¨¢tico en Iberoam¨¦rica.

Despu¨¦s de seis meses de funcionamiento, los profesores universitarios que han ofrecido su tiempo y esfuerzo de forma totalmente desinteresada ya suman m¨¢s de 130 y provienen de pr¨¢cticamente todas las universidades espa?olas.

Si la precariedad econ¨®mica en que muchas ONG como ¨¦sta se mueven no limitara su trabajo, ciertamente que se podr¨ªa llegar muy lejos en eficacia hacia el desarrollo.

La ONG actualmente empe?adas en la cooperaci¨®n, con nula o escasa financiaci¨®n, son tan s¨®lo peque?a semilla de posibles n¨²cleos altamente eficientes. Es probable que en ellas y en su forma de trabajo, m¨¢s bien qu¨¦ en las poderosas instituciones de ¨¢mbito mundial, se encuentre ¨¦l germen de soluci¨®n a los problemas del desarrollo.