Las facturas

Comprendo la serena indignaci¨®n de Felipe Gonz¨¢lez frente a los, ataques orquestados de que son v¨ªctimas ¨¦l y sus instituciones, pero no la comparto. Me parece un error estrat¨¦gico responder a esos ataques; es como si desconfiara de la capacidad del ciudadano para distinguir una informaci¨®n de una campa?a. A los ciudadanos les sobra talento para distinguir una cosa de otra. Y, si les falla el talento, siempre pueden recurrir a la experiencia y evitar el rid¨ªculo espantoso que hicieron los medios de comunicaci¨®n en los casos de Juan Guerra, Filesa, Rubio, Rold¨¢n... No se preocupe, pues, se?or Gonz¨¢lez, por s¨ª mismo ni por sus instituciones: usted tiene a su favor la realidad y con la realidad se llega a todas partes, mientras que sus enemigos, por lo general, s¨®lo tienen facturas.Me pareci¨® m¨¢s interesante la alusi¨®n a los "modelos de fuera" que algunos est¨¢n intentando copiar entre nosotros para desprestigiarle. Seguramente, la prudencia inherente a su cargo le impidi¨® se fialar un afuera concreto, pero yo creo que se refer¨ªa a Italia, donde la socialdemocracia ha sido v¨ªctima de una campana orquestada con una cobard¨ªa moral sin precedentes, aunque tan eficaz que Craxi ha tenido que refugiarse en ?frica. C¨®mo habr¨¢ sido de cobarde esa campana que ni los, neofascistas, con lo que son, han podido soportar un espect¨¢culo tan mezquino, y andan echando una mano a Craxi, a quien, por otra parte, tanto deben, para cambiar a su favor las leyes.

Pero la realidad es muy tozuda, presidente, y esto no es Italia, ¨¦ste es un pa¨ªs que a¨²n sabe distinguir una campa?a de una informaci¨®n. As¨ª que no se enfade, porque adem¨¢s de darnos un disgusto a sus devotos, proporciona armas a los enemigos de la patria, que le envidian porque, en lugar de realidades, como usted, s¨®lo pueden mostrar facturas.