Peligra el monopolio

El pasado viernes, despu¨¦s del sorteo europeo celebrado en Ginebra, tanto el presidente de la UEFA, Lennart Johansson, como su secretario general, Gerhard Aigner, expresaron p¨²blicamente su preocupaci¨®n por una sentencia judicial que declara improcedente el monopolio creado ipso facto por la Liga de Campeones: los derechos de televisi¨®n y publicidad pertenecen exclusivamente a la propia UEFA y a su socio mercantil, la agencia TEAM. Si no prospera el recurso interpuesto por la UEFA ante los tribunales suizos, peligra el futuro del torneo."Yo dir¨ªa", a?adi¨® Johansson, "que no es solamente la Liga de Campeones lo que est¨¢ en peligro, sino tambi¨¦n todos los campeonatos nacionales. Es un peligro para todo el f¨²tbol". Las declaraciones han destapado un tema que la UEFA ha tratado con la m¨¢xima confidencialidad durante m¨¢s de un mes.

La mecha ha sido encendida por la agencia CWL Telesport AG, con sede en la localidad suiza de Kreuzlingen, que argument¨® que a?os de trabajo en varios pa¨ªses del bloque comunista le hab¨ªan proporcionado contratos con diversos clubes y federaciones referentes a derechos sobre retransmisiones televisivas y la publicidad. Y defendi¨® su validez en el Juzgado n¨²mero 3 de Berna, bas¨¢ndose en un contrato con el Steaua Bucarest, clasificado para el Grupo C de la Liga de Campeones. El tribunal le dio la raz¨®n el 22 de septiembre y sembr¨® la consternaci¨®n en la UEFA.

Movi¨¦ndose con rapidez, la UEFA consigui¨® una moratoria el d¨ªa 27, s¨®lo 24 horas antes de la disputa de la segunda jornada de la Liga de Campeones, y trabajando contra el reloj tuvo que tranquilizar a los equipos implicados y asegurarles que el f¨²tbol pod¨ªa seguir con normalidad. Ahora se espera, sencillamente, el veredicto judicial sobre el recurso que ha presentado.

La UEFA subraya la novedad de la Liga de Campeones y los beneficios, econ¨®micos que no s¨®lo se destinan a los clubes implicados, sino tambi¨¦n a federaciones necesitadas. Si prospera el argumento de CWL, afirma la UEFA, cada club podr¨ªa negociar sus propios contratos con evidentes perjuicios para los m¨¢s d¨¦biles. Se crear¨ªa una jungla poblada por intermediarios dedicados a la compraventa y a la reventa de derechos televisivos.

Resulta normal que el aparente ¨¦xito de la Liga de Campeones suscite envidias. En algunos casos las exigencias de la UEFA en cuanto a la adecuaci¨®n de los estadios generan problemas log¨ªsticos para los clubes, pero las recompensas econ¨®micas son importantes. El Barcelona, por ejemplo, ha ingresado 425 millones de pesetas a falta de dos jornadas para el final de la primera fase, m¨¢s los taquillajes del Camp Nou, que, hasta la fecha, han sumado 120 millones de pesetas m¨¢s.

Un balance provisional de 470 millones de pesetas no son moco de pavo para el Gotemburgo, el representante de un pa¨ªs donde el Malmoe es el ¨²nico club totalmente profesional.

En el antiguo bloque comunista los ingresos, desde francos suizos hasta divisas locales, representan cifras que marean. Los clubes no se quejan, y resulta significativo que la denuncia no haya sido emitida por el Steaua, que ha ingresado 290 millones de pesetas y que sigue jugando, sino por la agencia que explota al club.

El caso es curioso. Es poco probable que en aquel d¨ªa de septiembre CWL hubiera hecho su agosto con el partido entre el Steaua Bucarest y el Hajduk Split. Tampoco con el partido del pasado mi¨¦rcoles, dado que la cadena rumana TVR y la portuguesa RTP fueron las ¨²nicias que dieron el partido en directo.

La denuncia no est¨¢ motivada por fortunas birladas, sino con fines destructivos. La UEFA y TEAM han cultivado una suculenta gran manzana y hay muchos pretendientes a un mordisco.