Inquilinos de fincas ruinosas causan un alboroto en un pleno por creerse excluidos de la rehabilitaci¨®n

M¨¢s de un centenar de inquilinos de viviendas en situaci¨®n previa a la ruina protagonizaron ayer un considerable alboroto durante la celebraci¨®n del pleno de la Junta Municipal del distrito Centro, en la plaza Mayor. Los vecinos, en su mayor¨ªa gentes de avanzada edad, aseguran que sus viviendas han quedado excluidas del Plan de Rehabilitaci¨®n del Centro de Madrid firmado en mayo por el Ayuntamiento, la Comunidad aut¨®noma y el Ministerio de Obras P¨²blicas. Consideran su situaci¨®n angustiosa, sin alternativa de realojamiento. El pleno, pese a la protesta, se celebr¨®.

M¨¢s de un centenar de vecinos de fincas de una decena de calles del centro de Madrid, en situaci¨®n previa a la ruina, acudieron al pleno y tomaron posiciones ante la puerta, profiriendo gritos mediante los que exig¨ªan su derecho a contar sus problemas en la reuni¨®n municipal. Ocho fornidos polic¨ªas municipales imped¨ªan el paso a los congregados. Algunos de ¨¦stos, no obstante, fueron autorizados posteriormente a entrar a la sala. Los manifestantes se consideran excluidos del plan que destin¨® en octubre 8.000 millones de pesetas para rehabilitar 22.500 viviendas enfermas del centro de Madrid.Los que se quedaron fuera, unas cincuenta personas, en su mayor¨ªa mujeres, permanecieron en la puerta de la sala de plenos gritando consignas contra la concejal del distrito Centro, Mar¨ªa Antonia Su¨¢rez, del Partido Popular. Con gritos de ?Queremos viviendas!, ?Que nos dejen entrar! y ?Que dimita!, los congregados vociferaron durante las dos horas que dur¨® la reuni¨®n.

"Tengo 63 a?os", dec¨ªa la inquilina de una vivienda en situaci¨®n prerruinosa de la calle del Amparo. "Mi marido est¨¢ enfermo y a una vecina m¨ªa le lleg¨® ayer la orden de desalojo de su casa. ?Qu¨¦ puedo hacer para impedir que me echen tambi¨¦n si la concejal no quiere escucharme? ?C¨®mo le explico yo que, a mi edad, no puedo irme a la calle, con mi marido como est¨¢ y con los pocos recursos que tenemos?".

Otra inquilina, de 74 a?os, que vive en una casa en una situaci¨®n similar, dijo: "?Que cu¨¢l es la soluci¨®n? La soluci¨®n sencillamente es que la casa se nos va a caer encima, mientras en el distrito Centro hay 15.000 pisos desocupados". Ambas mujeres forman parte de las aproximadamente tres mil personas asociadas en una organizaci¨®n de afectados de las edificaciones expedientadas como ruinosas. Eduardo Guti¨¦rrez, arquitecto y vicepresidente de la asociaci¨®n vecinal de La Corrala, que defiende a los afectados, dijo: "Antes garantizaban el realojo, pero ahora, a una pareja anciana desalojada la instalan una semana en un hostal y luego, a la calle".

Mientras, en el interior de la sala se viv¨ªan momentos de gran tensi¨®n: desde el exterior arreciaban los gritos y pateos por parte de los manifestantes. El concejal socialista Gin¨¦s Mel¨¦ndez explicaba: "Parte del car¨¢cter social que ten¨ªa la rehabilitaci¨®n del centro de Madrid ha desaparecido. La Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) acomete ahora otras demandas econ¨®micamente m¨¢s solventes". A su juicio, "la soluci¨®n pasa por dotar de mayor presupuesto la rehabilitaci¨®n de casas en ruinas y que la EMV encare esta tarea".

Jos¨¦ Luis Casa¨²s, de Izquierda Unida, consider¨® por su parte: "Sin que exista un plan predeterminado al respecto, parece que Lavapi¨¦s se encamina en la pr¨¢ctica a convertirse en el pudridero de la ciudad y que el PP, con su desidia, ha renunciado a impedirlo".

La concejal Mar¨ªa Antonia Su¨¢rez asegur¨®: "Se confunden dos asuntos, el de las casas en situaci¨®n previa a la ruina y el Plan de Rehabilitaci¨®n del Centro, consensuado por el Ayuntamiento, la Comunidad. de Madrid y Obras P¨²blicas. Es un buen plan". A su juicio, "el alboroto obedece a que alguien ha informado mal a los afectados, en plena precampa?a electoral". La concejal explic¨® la exclusi¨®n de vecinos del pleno por su reducido aforo y les prometi¨® una entrevista en 15 d¨ªas.

"Y mientras, ?qu¨¦ hago yo?", gritaba fuera una anciana que acababa de recibir la notificaci¨®n de desahucio de su vivienda.