Meditaci¨®n sobre el problema del Mal
El Foro sobre el Hecho Religioso es, para el autor, la puerta m¨¢s abierta de la religi¨®n a lo secular. Un tema crucial este a?o, el Mal, permite reflexionar sobre la justificaci¨®n ¨¦tica del Creador.
Como todos los a?os publico aqu¨ª un art¨ªculo sobre este foro que es cada vez m¨¢s importante, porque es m¨¢s y m¨¢s abierto, m¨¢s alejado de todo fundamentalismo, en el cual cada participante, y no digamos los conferenciantes, puede expresarse con total libertad. No s¨®lo yo, todos los veteranos del foro, hemos encontrado en esta anual reuni¨®n la puerta m¨¢s abierta de la religi¨®n a la secularidad. Concepci¨®n, todo hay que decirlo, que hoy nos ofrece la Compa?¨ªa de Jes¨²s a todos los espa?oles, hasta el punto de que el director del foro, el padre Caffarena, admite e incluso preconiza para los no creyentes, una versi¨®n secular de la caridad, la solidaridad y una versi¨®n igualmente secular de la comuni¨®n, la comunidad.Pero vayamos a la ponencia de Javier Muguerza, probablemente la m¨¢s importante de cuantas este a?o se han presentado, adem¨¢s de ser la primera en su presentaci¨®n. Su t¨ªtulo es La profesi¨®n de fe del increyente: un esbozo de (anti) teodicea. Ella, junto con la siguiente, de Torres Queiruga. Ellas centraron el tema de este a?o, que era el de El mal, en el problema de la teodicea o intent¨® de justificaci¨®n ¨¦tica del Dios creador de un mundo en el que tan presente se encuentra el mal.
La teodicea fue inventada por Leibniz: el mal en s¨ª es inseparable de la libertad. Dios cre¨® el mejor de los mundos posibles y al dotar al hombre de libertad, hubo de permitir que ¨¦l, sujeto.moral, pudiera inclinarse libremente por el bien o por el mal.
Esta tediocea es dif¨ªcilmente defendible. Estamos ante el dilema de Epicuro, del que ya se hizo eco Torres Queiruga, segundo conferenciante, asiduo de este foro y citado varias veces por el propio Muguerza: "Si Dios quiere evitar el mal y no puede, no es omnipotente. Si puede, no quiere ser bueno". (En la misma l¨ªnea de contradicci¨®n divina present¨®. Alfredo Fierro, en comunicaci¨®n escrita y no dada a conocer p¨²blicamente sobre Las preguntas de Job). Un mundo finito no puede ser perfecto. ?Por qu¨¦ entonces Dios lo cre¨®? Y descendiendo al ras de la realidad cotidiana, advertimos el error en el que incide la Iglesia, al empe?arse en una procreaci¨®n indiscriminada, fatal de necesidad.
Otro intento de parad¨®jica teodicea ha sido el de la supresi¨®n de Dios, su reducci¨®n a la naturaleza. Y una no ya teodicea filos¨®fica sino ¨¦tica teol¨®gica es, en el cristianismo, la theologia crucis, la crucifixi¨®n de Dios mismo, encarnado en Jes¨²s, para la humanidad. No ha lugar pues para la teodicea. S¨ª para la religi¨®n, que es fe, que es esperanza (y Muguerza me cita a m¨ª a prop¨®sito de ella) y que es caridad. ("religi¨®n de la sola caridad", de la que habla Caffarena) que hoy tiende a denominarse solidaridad en una versi¨®n meramente secular que seg¨²n admite el propio Muguerza, "quien necesite una fuerza de motivaci¨®n religiosa, una comuni¨®n y no meramente una comunidad" , habr¨¢ de fundamentar religiosamente. Pero no es su caso pues, seg¨²n nos confiesa, a m¨ª me interesa m¨¢s el enigma que su soluci¨®n.
La ponencia de Torres Queiruga consisti¨® en un replanteamiento actual de la teodicea, a partir de la Ilustraci¨®n como secularizaci¨®n del problema del mal y, consiguientemente, una resituaci¨®n de la teodicea. Un mundo sin mal, un para¨ªso de la Tierra no es posible.La ausencia total del mal equivaldr¨ªa a un cero de realidad, pues el "realismo de la raz¨®n exige la imposibilidad de un mundo sin mal": Si malum" est, Deus est. Un mundo bueno, sin mezcla de mal alguno remitir¨ªa a un pante¨ªsmo o deificaci¨®n del mundo mismo, posici¨®n no s¨®lo anticristiana, sino irrealista, imposible. Por ello el cristiano admite el mal en s¨ª,, pero concibe a Dios como el antimal, y su posici¨®n, procedente no ya de la teodicea sino de la teolog¨ªa, se justificar¨ªa con la crucifixi¨®n y la salvaci¨®n final.
Tambi¨¦n Reyes Mate tuvo una ponencia que aun cuando muy breve, fue certera, pues trat¨® positivamente del establecimiento universitario de la ciencia de la religi¨®n (yo dir¨ªa, mejor, en plural de las religiones) y de la relaci¨®n entre el Logos y el Mito, influyendo con ello, sin duda" en que este ¨²ltimo fuese el tema de mayor votaci¨®n, como ya he dicho, para el foro del a?o venidero. Por otra parte, su expresi¨®n "no apagar el rescoldo de la pregunta" resume muy bien el sentido final de este presente foro.
Verdadera ponencia tambi¨¦n fue, como suya, la de Manuel Fraij¨®, y el propio Caffarena entr¨® en di¨¢logo con ella, pero ya no dispongo de espacio para su rese?a. Y verdadera ponencia tambi¨¦n, aun cuando no prevista, fue la de Ignacio Sotelo, que us¨® abundantemente de la palabra, retrotrayendo el problema desde Dios al mal. Intervinieron otros muchos asistentes, entre los que no quisiera omitir el nombre del ya veterano Andr¨¦s Ortiz Os¨¦s, que personalmente me entrego por escrito este juego de palabras: "Fuera de la Iglesia no hay salvaci¨®n; y dentro de la Iglesia, no hay soluci¨®n". Creo que entendido seg¨²n su gusto de expresarse, dif¨ªcil, parad¨®jico y l¨²dico, resume bien lo que el foro quiso decir: que fuera de la Iglesia puede haber salvaci¨®n y que dentro, en la Iglesia como exclusi¨®n, est¨¢ la soluci¨®n.
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