De la Rosa dio 1.980 millones de Grand Tibidabo a Fiter para que comprara la inmobiliaria Urbas

El financiero Ram¨®n Fiter adquiri¨® la imbobiliarias Urbas, de la que es presidente, con 1.980 millones entregados para ese fin por Grand Tibidabo, entonces presidida por Javier de la Rosa. Esta financiaci¨®n fue tan directa que Fiter lleg¨® a realizar algunos pagos con talones de Grand Tibidabo. La operaci¨®n, en la que jug¨® un papel destacado como asesor el abogado Joan Piqu¨¦ Vidal, ha sido ruinosa para Grand Tibidabo, que ahora tiene en sus manos; pagar¨¦s de una empresa quebrada, CAI, tambi¨¦n de Fiter. Con los intereses, son 2.700 millones casi irrecuperables.

La financiaci¨®n a Fitinvest, sociedad de Fiter, que est¨¢ siendo investigada por el juez Joaqu¨ªn Aguirre y el fiscal Jos¨¦ Mar¨ªa Mena, es un buen ejemplo del m¨¦todo de gesti¨®n de De la Rosa, consistente en utilizar dinero de Grand Tibidabo para salvar a su amigos.En este caso, Ram¨®n Fiter, que consigui¨® comprar el 25% de Urbas sin poner el dinero, era cliente del abogado Joan Piqu¨¦ Vidal, quien tambi¨¦n es el defensor de Javier de la Rosa. Piqu¨¦, cuyo bufete dise?¨® la operaci¨®n, adem¨¢s de abogado de Fiter, era en aqueIllos momentos consejero de Grand Tibidabo, y, tras la compra de Urbas, pas¨® a formar parte tambi¨¦n del consejo de esta empresa. Al entrar en Urbas, Piqu¨¦ se acompa?¨® de otras personas relacionadas con ¨¦l, como Miguel Castellv¨ª y su hijo, que poseen el 19% de Urbas y con los que el letrado mantiene relaciones empresariales, o su propio hijo, Juan Carlos Piqu¨¦, que ocupa el puesto de secretario del consejo. Seg¨²n un comunicado remitido en aquellos momentos por la propia empresa, tambi¨¦n fue nombrado vicepresidente el secretario general del Deporte de la Generalitat, Josep Llu¨ªs Vilaseca.

La compra de Urbas se realiz¨® el 23 de mayo de 1992. Javier de la Rosa, en nombre de Grand Tibidabo, acord¨® financiar a Fiter con 4.000 millones de pesetas para la adquisici¨®n. Urbas era entonces propiedad de Eduardo Bueno, ex dirigente del Partido Popular y durante a?os buen amigo de De la Rosa, junto con el que hab¨ªa tenido un importante papel en la crisis de la Garriga Nogu¨¦s.

Bueno, al igual que Urbas, estaba en una situaci¨®n financiera desesperada y vendi¨® sus acciones en la empresa a cambio de que Fiter asumiera el pago de las deudas de una de sus sociedades, Ibusa, con entidades financieras como el Banco de Europa, Sindibank y La Caixa. En total, 1.980 millones a cambio de tres millones de acciones de Urbas, equivalentes al 24,9% del capital.

El resto, hasta completar los4.000 millones, deber¨ªa. haber servido para comprar m¨¢s acciones, pero los problemas de Grand Tibidabo impidieron que la financiaci¨®n alcanzara esa cifra, por lo menos en este caso. Despu¨¦s los intereses han elevado la deuda hasta los 2.700 millones antes mencionados.

De los interrogatorios realizados por el juez Aguirre a los diferentes inculpados, se deduce que De la Rosa inform¨® al consejo de Grand Tibidabo, y as¨ª figura en las actas, aunque diferentes consejeros de esta sociedad han afirmado que los detalles ftieron m¨ªnimos.

Seg¨²n algunas fuentes, el acuerdo dise?ado por el bufete de Joan Piqu¨¦ Vidal implicaba que los beneficios de la operaci¨®n. se repartir¨ªan a partes iguales entre Fiter y De la Rosa o, quiz¨¢s, Grarid Tibidabo. Diversas fuentes relacionadas con el consejo de Grand Tibidabo han negado haber visto alguna vez este acuerdo. En cualquier caso, bajo la gesti¨®n de Fiter, Urbas vendi¨® a La Caixa sus negocios de aparcamientos por 7.000 millones de pesetas, sin que Grand Tibidabo ingresara cantidad alguna como consecuencia de esa venta.

La financiaci¨®n de Grand Tibidabo a Fiter no se justifica tampoco a la vista de los datos econ¨®micos de Urbas. En 1992, a?o de la entrada de Fiter y Piqu¨¦, Urbas perd¨ª 3.000 millones de pesetas. Al a?o siguiente, la sociedad declar¨® beneficios de 280 millones, pero los auditores pusieron en duda la viabilidad futura de Urbas y las salvedades del informe revelaban p¨¦rdidas no reconocidas de 2.000 millones.

Los malos resultados de la operaci¨®n obligaron a que Fiter entregara alguna garant¨ªa. a Grand Tibidabo. En un primer momento fueron pagar¨¦s de Explasa, del grupo CAI, tambi¨¦n quebrada. Luego se cambiaron por los pagar¨¦s de CAI, aunque el juez de Pamplona que sigue la quiebra de CAI no acepta esta operaci¨®n, con lo que los pagar¨¦s por 2.700 millones no est¨¢n reconocidos.