Ziganda abre el cerrojo del Parma
El Athletic apost¨® por el f¨²tbol cerebral, los italianos, por el cient¨ªfico
No era un partido de suspense. A los cinco minutos el p¨²blico ya conoc¨ªa que el mayordomo era el asesino. El gui¨®n del encuentro no admit¨ªa m¨¢s sobresaltos que las ocasiones de gol y alguna buena interpretaci¨®n del personaje a cargo de Mussi y de Karanka.El Parma escenific¨® a la perfecci¨®n las obsesiones de su director Nevio Scala por construir una disertaci¨®n defensiva en la que la presi¨®n y el amontonamiento de actores dibujan una pel¨ªcula coral que siempre transcurre en su territorio, Motonoton¨ªa tan reiterada aburre a cualquier auditorio. Pero nadie se llam¨® a enga?o: ning¨²n espectador esperaba algo m¨¢s que una interpretaci¨®n milim¨¦trica y con buena dicci¨®n.
El Athletic tampoco esperaba otra cosa. Acept¨® la cesi¨®n del territorio sin considerarlo una conquista y especul¨¦ con el terreno esperando una oferta de gol. Marc¨® las l¨ªneas (4-3-2l), altern¨® las opciones a izquierda y derecha y rebusc¨® entre los anuncios defensivos del Parma. Ziganda mand¨¦, a la papelera uno de Goitkoexea que le puso el gol en la cabeza al cuarto de hora. No es costumbre del delantero rojiblanco aceptar la primera oferta que le Alega. La segunda la caz¨® al vuelo anticipandose a Couto en el primer palo. El f¨²tbol cient¨ªfico del Parma sucumb¨ªa as¨ª a la actitud cerebral del Athletic que durante la primera mitad hab¨ªa gozado de absoluta placidez en su parcela. Sin apreturas en las escenas comprometidas de su ¨¢rea, hab¨ªa dispuesto de tiempo y de la posesi¨®n del bal¨®n necesarios para recrear sus opciones.
El gol ratific¨® su vocaci¨®n de protagonista y rebel¨® los instintos futbol¨ªsticos del Par ma que pis¨® por vez primera el camerino rojiblanco. Incluso lleg¨® hasta la red en un saque de esquina que Carlsson invalid¨® por falta de Couto al guardameta.
La pel¨ªcula gan¨® en acci¨®n. Sensini y Pin (sustituto de un desafortunado Baggio), se col garon los galones y propiciaron el desconcierto rojiblanco. El Athletic, dispuesto al contra golpe, perdi¨® tacto en el ¨²ltimo pase y la espesura de su centro del campo favoreci¨® las p¨¦rdidas de bal¨®n. El Parma improvis¨® un libreto que no hab¨ªa estudiado, mientras la voluntad de unos y las andanadas de otros mudaron la pel¨ªcula hacia escenas m¨¢s emotivas.
El Athletic exhib¨ªa el gol como un Oscar que no quer¨ªa sortear y al Parma le dol¨ªa como un punz¨®n. En un partido pronosticado por ambos en trenadores de pocos goles, uno es un bot¨ªn de excesivo valor a?adido. El instinto de conservaci¨®n atemper¨® la voluntad rojiblanca un tanto solivianta da por el ¨ªmpetu parmesano, m¨¢s espectacular que pr¨¢ctico, m¨¢s formal que inteligente. El Athletic dibuj¨® al final al gunas oportunidades de con tragolpe, aprovechando los es pacios vac¨ªos del Parma que no culminaron a causa del agota miento. La eliminatoria no est¨¢ comprada ni vendida. El gol no dilucida ning¨²n porcentaje a favor o en contra de ambos equipos. Pero el Athletic, como quer¨ªa, ha traspasado la presi¨®n al Parma. Seguramente desde hoy le tiene mayor respeto el equipo italiano.
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