Cultura revisar¨¢ los criterios con los que se conceden los premios nacionales

El grupo Els Joglars acaba de rechazar el Premio Nacional de Teatro por considerar que llegaba demasiado tarde. El escritor colombiano Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquezanunciaba el mi¨¦rcoles que si le dieran el Premio Cervantes, no lo aceptar¨ªa. El Nobel de Literatura cree que hay que dejar paso a los j¨®venes. Las opiniones sobre galardonados y olvidados han calentado unmes cargado de premios oficiales, hasta el punto de que ayer mismo la ministra de Cultura, Carmen Alborch, declar¨® estar dispuesta a revisar los criterios con los que se conceden los premios nacionales.

De entrada, Alborch, seg¨²n declar¨® a este diario, lamenta que Boadella y Els Joglars no hayan querido aceptar el premio. "Se lo merecen por su trayectoria, pero creo que ellos no aceptan ninguno. Si ¨¦sa es su actitud no hay m¨¢s que respetarla". Y ya ante la pol¨¦mica general que existe ante los galardones, la ministra reconoci¨® la necesidad de encontrar un nuevo planteamiento. "Hace meses que somos conscientes de que hay que dar una orientaci¨®n nueva a los galardones. Por un lado, es posible que sean muchos -son 20, incluido el Cervantes-, pero la supresi¨®n es conflictiva y hay que estudiarla muy detenidamente". Es en los criterios por que se rigen los jurados donde la ministra ve m¨¢s posibilidades de actuaci¨®n. "Creo que los premios nacionales debieran distinguir una trayectoria, una obra en concreto, una canci¨®n... depende del galard¨®n. El reconocimiento a toda una vida de creatividad, debiera quedar en manos de las medallas de oro que aprueba el Consejo de Ministros y entrega el Rey".

Portavoces culturales de los principales partidos de la oposici¨®n no tienen ideas muy definidas sobre este tema. Felipe Alcaraz, de Izquierda Unida, confes¨® no haber reflexionado sobre el asunto aunque dijo que personalmente est¨¢ en la l¨ªnea de lo que piensan Garc¨ªa M¨¢rquez y Boadella: que los premios deben servir para estimular a los nuevos creadores.

Miguel ?ngel Cort¨¦s, del Partido Popular, considera imprescindible que los galardones est¨¦n alejados de toda posible politizaci¨®n. "La ¨²nica forma de que esa duda desaparezca es que haya un Gobierno que infunda confianza y ¨¦ste no es el caso". El portavoz popular a?ade que le consta que a veces se ha influido sobre los jurados, aunque se niega a dar nombres. Finalmente, Cort¨¦s asegura que los premios nacionales deben servir para reconocer toda una trayectoria, no para descubrir, porque no se trata de premios experimentales.

Carmen Alborch asegur¨® ayer tajantemente que los premios no est¨¢n politizados. "Los jurados act¨²an seg¨²n sus criterios y jam¨¢s se ha dado la menor orden o sugerencia". En el caso concreto del Cervantes, el que m¨¢s pol¨¦mica levanta cada a?o, la ministra recuerda que la presencia de ellos se limita a poner los quince millones de pesetas con los que est¨¢ dotado el premio y a actuar de notarios con los jurados.

Respecto al rechazo de Albert Boadella del Premio Nacional de Teatro, uno de los miembros del jurado, en representaci¨®n de la Uni¨®n de Actores, Juan Matute, calific¨® al director de Els Joglars de "c¨ªnico, hip¨®crita e imb¨¦cil". "Si no quiere saber nada de la oficialidad, le sugiero que renuncie tambi¨¦n a los 25 millones que recibe anualmente su compa?¨ªa, por parte del Consejo de Teatro del INAEM. Me parece miserable por su parte atacar a Guillermo Heras llam¨¢ndole funcionario sumiso. Con sus declaraciones, Boadella demuestra el respeto que tiene hacia sus colegas y la habilidad que tiene para mofarse de los pol¨ªticos en sus declaraciones p¨²blicas".