El puente m¨¢s largo

EL CALENDARIO de fiestas laborales permite este a?o que muchos espa?oles lleguen a la celebraci¨®n navide?a tras un entrenamiento de nueve d¨ªas de ocio: uno de los puentes m¨¢s largos que se recuerdan. La estrat¨¦gica secuencia de dos fines de semana con las celebraciones de la Constituci¨®n y la Inmaculada da como resultado que muchos disfruten de un largo descanso que ni tan siquiera figura en los calendarios laborales. La negativa eclesi¨¢stica ¨¢ trasladar la conmemoraci¨®n del dogma de la Inmaculada ha dificultado la b¨²squeda de una soluci¨®n razonable. La Iglesia deber¨ªa admitir que el car¨¢cter festivo no aumentar¨¢ la fe sobre la Pur¨ªsima Concepci¨®n en aquellos que no la tengan. Pero esa intransigencia hab¨ªa que darla por supuesta, y de ah¨ª que corresponda al Gobierno la responsabilidad principal.Un pa¨ªs domo Espa?a, a la cola de las clasificaciones de competitividad, se permite el lujo de vivir un diciembre de 1994 menos laborioso que cualquier agosto, y que si alg¨²n triunfo estad¨ªstico nos. da es el de la holganza. En algunas empresas, el sentido com¨²n o la necesidad de no parar la maquinaria ha llevado a pactos para compaginar el l¨®gico derecho al descanso con el mantenimiento de la actividad. Mientras, el Ministerio de Trabajo, que ha sido incapaz de encontrar un remedio a este caro par¨®n nacional, s¨®lo se ocupa de, rebotar las responsabilidades a la, Santa Sede Y a las comunidades aut¨®nomas porque ¨¦stas no han querido hacer lo que el propio ministerio ha sido incapaz de evitar. Dicho todo eso, a los afortunados horizonte de un kilom¨¦trico recreo espa?oles que hoy se levantan con el milagroso horizonte de un kilom¨¦trico recreo s¨®lo cabe desearles unas felices fiestas.