El procesamiento del c¨®nsul marroqu¨ª en M¨¢laga crea un conflicto diplom¨¢tico

En los pasillos del Ministerio de Exteriores le llaman Capit¨¢n Trueno por su osad¨ªa, que algunos tildan de temeraria. Es el apodo que varios diplom¨¢ticos han puesto al titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 2 de M¨¢laga, Joaqum-Delgado Baena, que ha procesado al c¨®nsul de Marruecos en esa ciudad, Jalifa el Bai, por lesiones corporales y detenci¨®n ilegal de un ciudadano marroqu¨ª provocando una indignada reacci¨®n de las autoridades de Rabat. Con su actuaci¨®n, el juez ha puesto en jaque las relaciones hispano-marroqu¨ªes.

La historia tiene su origen el 16 de febrero pasado, cuando Mustaf¨¢ Ait Korchi, de 28 a?os, acude desde El Ejido, Almer¨ªa, al consulado de su pa¨ªs en M¨¢laga para inscribirse en el registro. Estamos en pleno Ramad¨¢n (mes de ayuno musulm¨¢n), pero Korchi no duda, mientras espera su turno, en salir a la puerta del consulado para fumar un cigarrillo.Jalifa el Bai le increpa por contravenir la norma religiosa, Korch¨ª le responde que no es creyente, y la discusi¨®n sube de tono hasta que varios funcionarios marroqu¨ªes -nada menos que seis vicec¨®nsules est¨¢n destinados en M¨¢laga- salen del recinto para comunicarle que, por fin, le van a atender. Una vez dentro, le golpean ante los dem¨¢s inmigrantes que hacen cola y le retienen despu¨¦s durante tres horas, seg¨²n se?ala la denuncia que formul¨® ese mismo d¨ªa en la comisar¨ªa central de M¨¢laga.

La versi¨®n de la Embajada de Marruecos en Madrid asegura, en cambio, que Korchi fum¨® dentro del consulado y s¨®lo tras reiteradas demandas y de muy mala gana acept¨® salir al exterior, donde algunos inmigrantes marroqu¨ªes, sorprendidos por su provocaci¨®n antiisl¨¢mica, le echaron una bronca que degener¨® en pelea.

Acompa?ado por miembros de Comisiones Obreras Korchi que encabezaba la Asociaci¨®n de Emigrantes Marroqu¨ªes en Almer¨ªa y que es conocido por su oposici¨®n al r¨¦gimen de Rabat, acudi¨® tras el incidente al hospital Carlos Haya. El parte m¨¦dico diagnostica un traumatismo craneal, m¨²tiples contusiones en los miembros y una hemorragia en el ojo izquierdo. A continuaci¨®n puso la denuncia.

Citaci¨®n judicial

Ya en primavera, el juez Delgado empez¨® a citar al c¨®nsul como inculpado, pero ¨¦ste dio la callada por respuesta siguiendo las instrucciones de Rabat, que le considera protegido por el Convenio de Viena sobre privilegios e inmunidades consulares. El magistrado se enfad¨® y orden¨® a mediados del mes pasado la detenci¨®n y conducci¨®n por la fuerza p¨²blica de -El Bai a su juzgado.

La imagen de un c¨®nsul marroqu¨ª esposado entrando en los juzgados de M¨¢laga hubiese provocado una crisis de grandes proporciones. Para evitarla, los tel¨¦fonos no pararon de sonar entre los ministerios de Asuntos Exteriores, Justicia, la Embajada de Marruecos y Rabat, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas. Al final, los marroqu¨ªes hicieron una concesi¨®n a cambio de una promesa.

Acompa?ado por dos agentes de polic¨ªa, pero sin estar bajo arresto, el c¨®nsul compareci¨® el viernes ante Delgado, que le dej¨® en libertad sin fianza pero mantuvo la imputaci¨®n como presunto autor de lesiones y secuestro por lo que puede ser condenado hasta 6 a?os de c¨¢rcel. En los despachos del Ministerio de Asuntos Exteriores su decisi¨®n produjo aut¨¦ntico alivio. "Si no se ha evitado del todo el conflicto, por lo menos se ha aplazado", comentaba satisfecho un diplom¨¢tico. El ministro Javier Solana ten¨ªa la intenci¨®n de anunciar ayer la buena nueva al primer ministro marroqu¨ª, Abdelatif Filali.

La promesa hecha a Filali consiste en que, a trav¨¦s de la Fiscal¨ªa General del Estado, se incitar¨¢ al fiscal del juzgado malague?o a no acusar, para evitar as¨ª que Delgado pueda condenar al c¨®nsul Hasta ahora sin embargo, el -ministerio p¨²blico no ha recurrido ninguna de las actuaciones del juez de instrucci¨®n a pesar de que Asuntos Exteriores y Justicia consideran que Delgado ha hecho una interpretaci¨®n abusiva del Convenio de Viena al citar a El Bai.

Aunque el fiscal siga las recomendaciones de sus superiores, jer¨¢rquicas, la crisis seguir¨¢ latente. El juez tiene la facultad de solicitar al fiscal general del Estado, Carlos Granados, que, se acuse al c¨®nsul o el marroqu¨ª v¨ªctima de la paliza puede constituirse en acusaci¨®n particular contra El Bai.Cabe suponer que Capit¨¢n Trueno no se quedar¨¢ ah¨ª. Delgado cree que ha interpretado escrupulosament¨¦ el convenio, que no protege a,los c¨®nsules inculpados por delitos graves -la detenci¨®n ?legal es uno de ellos, seg¨²n ¨¦l- y menos cuando no han sido cometidos en el ejercicio de sus funciones. "Este juez"¡¤ reconoce un experto en derecho penal, "sigue la tendencia que impera en los pa¨ªses desarrollados, tendente a hacer una interpretaci¨®n cada vez m¨¢s restrictiva de los privilegios e inmunidades de diplom¨¢ticos y c¨®nsules".

Precedente en Barcelona

No es la primera vez que un juez espa?ol inicia un procedimiento penal contra un c¨®nsul marroqu¨ª. Le sucedi¨® en octubre de 1991, Abdellatif Ournhadi, en Barcelona, supuestamente implicado en la falsificaci¨®n masiva de certificados de residencia y pasaportes expedidos a inmigrantes de su pa¨ªs.

La diferencia entre aquel caso y el actual es que entonces Rabat acab¨® impl¨ªcitamente reconociendo la responsabilidad de su funcionario y le retir¨® y le sancion¨®. A¨²n as¨ª, en Madrid se cree que el retraso de varios meses en acreditar a tres diplom¨¢ticos espa?oles en 1992 destinados en Marruecos y la tardanza en renovar los permisos de residencia de casi un centenar de administrativos espa?oles ese mismo a?o, fue una medida de retorsi¨®n adoptada por las autoridades marroqu¨ªes.

La otra diferencia con aquel caso es el contexto pol¨ªtico. Antes incluso de que estallase el contencioso de M¨¢laga, las relaciones entre Madrid y Rabat no estaban en su mejor momento. No en balde, la semana pasada la prensa marroqu¨ª public¨® varios editoriales criticando a Solana por haber dicho que, sobre Ceuta y Melilla, no hab¨ªa nada que negociar.