Los m¨¦dicos sin exclusividad recetan m¨¢s, seg¨²n un estudio en Castell¨®n
Las mayores prescriptoras son mujeres en ambulatorios urbanos
?Qu¨¦ m¨¦dicos tienen el gatillo m¨¢s flojo cuando desenfundan el talonario de recetas? Aquellos que comparten plaza en el sistema p¨²blico y en la privada, los que no poseen la exclusividad. ?Qu¨¦ perfil tiene el doctor que despacha a sus pacientes con una simple prescripci¨®n facultativa? Trabaja en un ambulatorio de una ciudad y es mujer. Estos son los datos m¨¢s significativos que se desprenden de un estudio presentado recientemente en el XIV Congreso de Medicina Familiar y Comunitaria, celebrado en Madrid.
El gasto m¨¢s acusado se detecta en los m¨¦dicos que no poseen la denominada exclusividad. Vicente Cabedo, m¨¦dico de familia en un pueblo de Castell¨®n y coordinador del estudio, no duda en calificar esta afirmaci¨®n como lo m¨¢s destacado del trabajo, a la vez que aporta una explicaci¨®n sencilla: "Los m¨¦dicos de la sanidad p¨²blica con consulta abierta tambi¨¦n en la privada tienen menos tiempo para atender y, en consecuencia, se despachan m¨¢s a gusto con el talonario de recetas".El estudio fue realizado en 1992 tomando como base la actividad realizada por 99 m¨¦dicos de cabecera de un ¨¢rea de salud de Castell¨®n. Los autores son seis, todos ellos especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria (J. L. Poveda, A. Nacher, S. Gamoneda, C. L¨®pez, M. A. Goterris y V. Cabedo).
Seg¨²n el trabajo, cada uno de los m¨¦dicos atendi¨® a una media de 1.300 trabajadores activose -que pagan el 40% del precio de un medicamento- y de 250 pensionistas. En todo el ¨¢rea de salud se gastaron 2.700 millones de pesetas, lo que corresponde a un desembolso medio de 17.000 pesetas por paciente. Cada m¨¦dico por separado hizo que la Seguridad Social empleara 28 millones en sufragar medicinas.
Sobreprotecci¨®n
Edad, sexo, formaci¨®n de posgrado, situaci¨®n laboral (plaza en propiedad o interina), dedicaci¨®n exclusiva en la sanidad p¨²blica, organizaci¨®n sanitaria de la zona en la que trabaja el m¨¦dico y caracter¨ªsticas de la poblaci¨®n son las variables utilizadas en el estudio para establecer qu¨¦ modelo de facultativo prescribe m¨¢s. Y la conclusi¨®n no presenta dudas: es un m¨¦dico que simultanea la sanidad p¨²blica con la privada en un n¨²cleo urbano y es de sexo femenino."Las mujeres tienden a tener una relaci¨®n de sobreprotecci¨®n con sus enfermos donde suele coincidir que una mayor¨ªa de sus pacientes son tambi¨¦n mujeres; y en los pueblos acostumbra a haber una relaci¨®n m¨¢s directa con los enfermos, hay m¨¢s contacto y se prescribe menos que en las ciudades", comenta Cabedo para explicar las m¨¢s notorias que acompa?an al apartado de la exclusividad. Otras referencias menos destacadas del tipo- de doctor analizado son la edad avanzada y la dependencia del facultativo del antiguo modelo sanitario, es decir, que traba jan en ambulatorios en lugar de en centros de salud.
Para evitar distorsiones en el trabajo, los autores han tenido, en cuenta la distribuci¨®n aleatoria en el centenar de consultas de las recetas a pensionistas. Mediante una operaci¨®n estad¨ªstica se ha redistribuido de forma equilibrada su peso en cada una de las facturas de los doctores, debido a que la Seguridad Social corre con el ciento por ciento del coste de sus f¨¢rmacos y son los que m¨¢s consumen. As¨ª, se consigue el gasto estandarizado por facultativo. "Se discrimina el error a que podr¨ªa inducir el que un m¨¦dico recetara m¨¢s, simplemente porque la poblaci¨®n a la que asiste es de edad avanzada y no por las variables que puedan ayudar a configurar el perfil del doctor", explica Cabedo.
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