Culpables

Un comentarista radiof¨®nico de cuestiones econ¨®micas y de thatcherianas ¨®pticas se permiti¨® la otra ma?ana culpabilizar a los huelguistas de Renfe de la responsabilidad sobre las posibles v¨ªctimas de circulaci¨®n consecuencia del imposible uso del tren. Ser thatcheriano en econom¨ªa un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n y perpetrarlo a trav¨¦s de la radio debe ser resignadamente soportado como una pesadilla ¨¦tica, pero est¨¢ permitido por la Constituci¨®n, muy especialmente por la espa?ola, que lo permite todo y no cumple casi nada. Pero llevar esa pesadilla ¨¦tica hasta la criminalizaci¨®n de las huelgas legales -la de Renfe lo era- me parece no s¨®lo socialmente mezquino, sino absolutamente anticonstitucional.Puestos a especular truculentamente sobre los efectos indirectos criminales de las acciones, me permito acusar al comentarista econ¨®mico-radiof¨®nico de haber provocado accidentes de tr¨¢fico a varios automovilistas que ten¨ªan. conectada la radio en el momento de emitir el flagelo. Por suerte yo estaba en mi casa, pero de haberme- pillado tama?a agresi¨®n a la inteligencia democr¨¢tica al voltante de mi coche, no respondo de mi capacidad de control, porque igual me da un ataque de 1 risa, pierdo el control del' volante y armo una carnicer¨ªa que r¨ªanse ustedes de las alcanzadas.en su d¨ªa por 'el estrangulador de Boston.

De la voz del profeta deduzco que se trata de un posiblemente joven ejecutivo agresivo, rodeado casi siempre de ejecutados ejecutivos agresivos m¨¢s alg¨²n soci¨®logo de instintos liberal-inquisitoriales, broker en sus horas libres. Sin otro de seo que contribuir a la mejora del tr¨¢fico, le invito a que mida su complejo de culpa al hacerlo extensivo a los dem¨¢s. Diga lo que diga el Papa, de vez en cuando hay que ponerse. un preservativo, mental o verbal.