Relevo en la CIOSL
El autor destaca la importancia de la Confederaci¨®n Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) que desde hoy se re¨²ne en Bruselas para renovar su direcci¨®n.
Es ya t¨®pico hablar del car¨¢cter interdependiente de la econom¨ªa mundial. Dif¨ªlcilmente pueden explicarse hoy los procesos de reestructuraci¨®n industrial, las crisis de empresas o sectores empresariales enteros, el reacomodamiento que se produce en el aparato, productivo de todos los pa¨ªses, sin tener. en cuenta la mundializaci¨®n econ¨®mica, un fen¨®meno que incide de manera directa en nuestra vida cotidiana.Existen antecedentes de este proceso. Despu¨¦s de la II Guerra Mundial, la Humanidad, partiendo de la experiencia que supuso la tragedia y al calor del fuerte crecimiento del comercio mundial, adopt¨® una serie de objetivos fundamentales. En muchos pa¨ªses, los sindicatos consiguieron importantes mejoras salariales y de condiciones laborales para el conjunto de los trabajadores. La situaci¨®n de la mujer -social, laboral y en relaci¨®n con sus derechos como ciudadana- conoci¨® sensibles mejoras. El pleno empleo fue ampliamente aceptado como un objetivo de las pol¨ªticas econ¨®micas. Avanz¨® el establecimiento y consolidaci¨®n de sistemas p¨²blicos de Seguridad Social, asistencia sanitaria y educaci¨®n, entendidos como un derecho de todos los ciudadanos.
En s¨ªntesis, a escala planetaria este proceso -que conoci¨®, ciertamente, excepciones, altibajos y problemas- se realiz¨® bajo un prisma claramente esperanzador: el de un progreso generalizado que redundar¨ªa en mejores condiciones de vida para la mayor¨ªa de los hombres y mujeres.
Resulta innecesario resaltar cuan diferente es el contexto actual. Con 35 millones de parados en los pa¨ªses de la OCDE y muchos, muchos millones m¨¢s en los que est¨¢n en v¨ªas de desarrollo, los poderes econ¨®micos y pol¨ªticos est¨¢n lanzando el mensaje de que poco puede hacerse para cambiar esta situaci¨®n. Sencillamente, han abandonado el objetivo del pleno empleo y les piden a las poblaciones que se habit¨²en a convivir con elevad¨ªsimas tasas de paro. El papel social de la empresa antes aceptado, queda ahora relegado a un segundo plano: se presenta con naturalidad el hecho de que empresas y grupos empresariales despidan masivamente a los trabajadores incluso en ¨¦pocas de crecimiento de sus beneficios. El Estado de bienestar est¨¢ sufriendo fuertes ataques ideol¨®gicos por parte de las fuerzas conservadoras. A la reducci¨®n de la inflaci¨®n y el d¨¦ficit p¨²blico se le asigna prioridad sobre la creaci¨®n de empleo y la protecci¨®n de los ciudadanos ante las contingencias.
El objetivo de la solidaridad internacional est¨¢ tambi¨¦n distante: los pa¨ªses m¨¢s desarrollados y ricos defienden a ultranza su privilegiado status. A ello tiende, entre otras cosas, la conformaci¨®n de los tres grandes bloques econ¨®micos -la tr¨ªada de la que hablan algunos autores- en que se est¨¢ configurando la econom¨ªa.
A ello se suma el cuestionamiento total que sufre el sindicalismo por parte de las voces ultraconservadoras. Proliferan, en efecto, las agoreras y repetitivas afirmaciones de los te¨®ricos del neoliberalismo que predican (m¨¢s bien desean), a corto plazo, un mundo ideal sin sindicatos. O con ¨¦stos convertidos en meros transmisores de informaci¨®n entre la direcci¨®n de la empresa y los trabajadores. Como si los trabajadores pudieran tener alguna posibilidad de ¨¦xito actuando individualmente ante, empresas que cada vez act¨²an con planteamientos globales.
Todo ello resalta la importancia fundamental de la Confederaci¨®n Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) como gran sindicato de car¨¢cter mundial, en cuanto nuclea a 164 confederaciones nacionales de 117 pa¨ªses, representando a cerca de 112 millones de trabajadores y trabajadoras. Como ha destacado d¨ªas atr¨¢s Alain Touraine en este peri¨®dico, la CIOSL -de la que la Uni¨®n General de Trabajadores fue, en 1949, uno de los miembros fundadores- es, de hecho, la ¨²nica central realmente internacional tras el derrumbamiento de la FSM, relegada a un papel secundario de la estrategia internacional de la ex Uni¨®n Sovi¨¦tica.
La CIOSL es, en efecto, imprescindible para la estrategia sindical del movimiento obrero internacional ante los grandes desaf¨ªos que se le presentan y ante las negativas tendencias que muestra el actual proceso de mundializaci¨®n de la econom¨ªa. De sus propuestas de acci¨®n sindical destacan, entre otras muchas:
- El programa sindical para hacer compatible el desarrollo con la ecolog¨ªa, estableciendo una corte internacional sobre medio ambiente bajo el auspicio de las Naciones Unidas.
-El ¨¦nfasis sobre los programas globales de educaci¨®n, para que el movimiento sindical pueda hacer frente a las cuestiones que plantea un mundo que cambia r¨¢pida y constantemente.
- La lucha en favor de la igualdad de la mujer trabajadora, muy compleja cuando existen contextos culturales e hist¨®ricos tan diferentes.
- La necesidad de hacer compatible la liberalizaci¨®n del intercambio con el respeto a los derechos de los trabajadores, a cuyo fin es imprescindible dotar el expreso contenido social a la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (surgida de la Ronda Uruguay del GATT), que pronto comenzar¨¢ a funcionar.
- Una reformulaci¨®n del papel y los objetivos, hoy fuertemente discutidos, de las organizaciones financieras nacidas de Bretton Woods, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Una tarea tan importante requiere de un l¨ªder de talla y la CIOSL contar¨¢ con ¨¦l. Por ello tiene tanta repercusi¨®n la elecci¨®n de su nuevo secretario general, que tendr¨¢ lugar estos d¨ªas en Bruselas. En este sentido, la UGT, por una parte, quiere destacar y rendir un homenaje a la gran labor realizada por el secretario general saliente, nuestro amigo Enzo Friso, un aliado que en todo momento ha apoyado a los sindicatos espa?oles.
Por otra, debe quedar reflejado en el nuevo ¨®rgano de direcci¨®n la sensibilidad que en estos momentos necesariamente hemos de tener ante los trabajadores de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Es crucial que la CIOSL demuestre ser una aut¨¦ntica confederaci¨®n representativa de todos. Por tal motivo, apoyarnos -junto con los sindicatos italianos, entre otros- a Luis Anderson, actual titular de la organizaci¨®n interamericana (ORIT), para que tenga un papel destacado en el nuevo ¨®rgano directivo: Bien como secretario general, de la CIOSL, lo que ser¨ªa ideal, bien en un cargo relevante junto a Bill Jordan, que es el otro candidato, para expresar una voluntad de equilibrio ante la nueva realidad. En cualquier caso, y sea cual sea el nuevo secretario general de la CIOSL, estamos convencidos de que se reforzar¨¢ el papel de esta organizaci¨®n internacional en beneficio de los intereses de los trabajadores.
La plena vitalidad de este organismo no s¨®lo desmiente a quienes teorizan constantemente sobre las relaciones laborales en el postsindicalismo. Demuestra a los trabajadores que cuentan con un instrumento que es absolutamente imprescindible ante las exigencias, y los peligros, del mundo actual.
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