Detener la proliferaci¨®n nuclear

Con el reciente almacenamiento de docenas de bombas de uranio de Kazajst¨¢n, la firma el lunes por Ucrania del Tratado de No Proliferaci¨®n Nuclear (TNP) y la retrasada entrada en vigor del Tratado de Reducci¨®n de Armas Estrat¨¦gicas de 1991, el presiden te Clinton ha conseguido tres triunfos en la detenci¨®n de la proliferaci¨®n de armas nucleares. Pero necesitar¨¢ la colabora ci¨®n del Congreso, controlado por los republicanos, si tiene que abordar los peligros que quedan: las enormes reservas nucleares en la antigua URSS y las ambiciones nucleares de pa¨ªses m¨¢s peque?os de todo el mundo. Hay un claro nexo entre el inter¨¦s de Am¨¦rica en controlar las armas nucleares y su buena voluntad en liquidar sus propios programas nucleares. El no reconocer este nexo puede poner en peligro las oportunidades para una ampliaci¨®n ?limitada del TNP cuando llegue el momento de su revisi¨®n a mediados de abril.( ... ) La Administraci¨®n necesita ampliar su aproximaci¨®n a una prohibici¨®n mundial de la producci¨®n de plutonio y uranio enriquecido. Ahora Washington quiere prohibir la producci¨®n de esos materiales para uso militar. Esto ignora las enormes reservas no militares de material nuclear, que no est¨¢n bien aseguradas contra el robo y el mal uso. El alcance de la prohibici¨®n tiene que ampliarse. Y una prohibici¨®n herm¨¦tica de la producci¨®n no deber¨ªa despertar una oposici¨®n intensa de los republicanos. (...)

7 de diciembre