Veinte universitarios reviven el paleol¨ªtico tallando piedras
Durante tres d¨ªas a la semana, 20 miembros de la Asociaci¨®n Universitaria UCA (Uni¨®n Cultural Arqueol¨®gica), perteneciente a la Facultad de Geograf¨ªa e Historia de la Universidad Complutense, se convierten en hombres del paleol¨ªtico inferior fuera del horario de clases.Como los primeros seres humanos, estos estudiantes -que sue?an con dedicarse alg¨²n d¨ªa a trabajar en yacimientos- tallan piedras de s¨ªlex con la esperanza de construir una punta de lanza, un cuchillo o una flecha. El objetivo, conocer la forma de trabajo y de vida de nuestros antepasados imit¨¢ndolos. La asociaci¨®n, adem¨¢s de los cursos, organiza exposiciones y viajes, siempre en relaci¨®n con la arqueolog¨ªa.
La t¨¦cnica del tallado la ense?a un profesor de la misma manera que aprendieron nuestros antepasados: probando. No hay otra forma, as¨ª que los estudiantes se esfuerzan, tarde tras tarde, en un jard¨ªn que hay cerca de la facultad, -en golpear con un pedernal (como en el paleol¨ªtico) o, los aventajados, con un hueso de cabra (como en el neol¨ªtico).
En cuesti¨®n de meses atraviesan un vasto periodo de la historia de la humanidad, aunque a veces hacen trampa: debido a que el s¨ªlex es un material f¨¢cilmente afilable -por esta raz¨®n lo emplearon los antiguos-, los cortes en las manos son frecuentes, y entonces hay que utilizar guantes, tiritas, o kleenex del siglo XX
"Lo que hacemos aqu¨ª ayuda para reconocer despu¨¦s las piezas en el laboratorio", cuenta ?scar David P¨¦rez, licenciado en geograf¨ªa e historia y arque¨®logo, encargado de dar las clases.
"En los planes oficiales de la Universidad no hay muchas ocasiones de ver piedras talladas, y menos de hacerlas nosotros mismos", contaba ??igo, uno de los estudiantes.
La maestr¨ªa del profesor es envidiada por los alumnos: mientras ¨¦l, de un golpe, saca del bloque de s¨ªlex una l¨¢mina afilada, los alumnos machacan una y otra vez las piedras sin resultado ¨®ptimo. No es tan f¨¢cil como parece. Las excursiones al campo son necesarias, adem¨¢s, para recoger material para la semana. "Como no son muy buenos todav¨ªa, se desaprovecha mucha materia prima", precisa P¨¦rez. "Lo bueno es que, a diferencia de los prehist¨®ricos, tenemos coche para acarrearlo aqu¨ª", a?ade.
El curso es un intento de sumarse a las nuevas t¨¦cnicas para aprender prehistoria que se emplean en algunas universidades extranjeras, seg¨²n cuentan los alumnos. Consisten en acercarse lo m¨¢s posible a la mentalidad del hombre prehist¨®rico viviendo como ¨¦l. "Incluso ha habido campeonatos modernos de arco o de otras herramientas utilizadas por los hombres prehist¨®ricos", cuenta P¨¦rez. Una de las estudiantes que acuden a las clases fue campeona de arco prehist¨®rico en 1992 en Barcelona.
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