Un compa?ero espa?ol se confiesa asesino de la estudiante apu?alada en Inglaterra
Un estudiante espa?ol de 25 a?os, compa?ero de curso y amigo de la v¨ªctima, fue supuestamente quien apu?al¨® a Margarita Mart¨ªn Zamorano, de 22 a?os, en la cocina de su casa de Canley (Coventry), en el centro de Inglaterra. El presunto asesino se entreg¨® anoche a la polic¨ªa de Manchester, una vez que el cerco en torno a ¨¦l se hab¨ªa estrechado lo bastante para hacer muy dif¨ªcil su fuga. Margarita Mart¨ªn hab¨ªa iniciado hace tres meses un curso de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad de Warwick gracias a una beca Erasmus. La joven, que proced¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid, fue hallada muerta en el suelo de la cocina por una compa?era de las cuatro con las que compart¨ªa piso.En sus treinta a?os de vida, la Universidad de Warwick no hab¨ªa conocido ning¨²n caso violento. A ¨²ltima hora de ayer, miembros de la polic¨ªa de West Midlands se trasladaron a Manchester, al norte del pa¨ªs, para interrogar al detenido, cuyo nombre y datos personales no han sido facilitados.
Desde un primer momento, la polic¨ªa de West Midlands, que hab¨ªa dedicado m¨¢s de 30 agentes a este caso, manej¨® la hip¨®tesis de un crimen pasional, y la investigaci¨®n se centr¨® en el c¨ªrculo de estudiantes espa?oles de Pol¨ªticas compa?eros de la v¨ªctima. Una raz¨®n para mantener este criterio es que la puerta del domicilio de la v¨ªctima no hab¨ªa sido forzada.
La fotograf¨ªa de Margarita, una joven morena de ojos oscuros y pelo largo, fue publicada por varios peri¨®dicos brit¨¢nicos. A mediod¨ªa de ayer, el padre y un t¨ªo de la v¨ªctima llegaron al aeropuerto de Gatwick, y emprendieron camino a Coventry, para proceder a la identificaci¨®n del cad¨¢ver, que ser¨¢ repatriado a Espa?a en breve. La polic¨ªa de Warwick inform¨® del crimen el mismo s¨¢bado al c¨®nsul de Espa?a en Londres, Luis Enrique Valera. ?ste tuvo que encargarse de transmitir la tr¨¢gica noticia a la familia de Margarita, que pasaba el puente de la Constituci¨®n en un lugar de las afueras de Madrid.
Una compa?era de piso la encontr¨® tendida en el suelo, ya sin vida. Stella. Handley, una vecina de 61 a?os, intent¨® reanimarla. "Pero ya era tarde. Su cuerpo estaba fr¨ªo y no pude encontrarle el pulso", coment¨®: "Era una chica atractiva, encantadora. A veces me la encontraba cuando iba en bicicleta a la universidad. Siempre sonriente, siempre amable". Handley acudi¨® al domicilio de Margarita Mart¨ªn alarmada por los gritos de su compa?era.
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