Arreglos en La Celsa

SARA G. CALLE Ayer hab¨ªa menos baches, menos caballos, menos escombros y menos negocio de droga que cualquier otro d¨ªa del a?o en el poblado de La Celsa. El milagro lo ha obrado la visita de los Reyes de Espa?a, programada para hoy, a ese conjunto de chabolas que llevar¨¢ a la comitiva hasta la esquina sureste de Madrid, justo frente a Mercamadrid.

La dosis de chabolismo que se incluye en la ruta por el sur de Madrid ha conseguido acabar con la escombrera que rodea a La Celsa.

Ayer por la tarde, una excavadora amarilla faenaba a toda m¨¢quina allanando los mont¨ªculos de residuos urbanos. "Ya ves, lo han limpiado para el helic¨®ptero. Para aterrizar el helic¨®ptero o el avi¨®n, ha tenido que ser para eso", meditaba ayer el gitano Manuel, de 30 a?os, mientras se echaba encima la noche. En los recuerdos de los 20 a?os de Manuel en el poblado siempre ha estado la escombrera. Por fin ha desaparecido de su vista. La ¨²nica explicaci¨®n que encontraba es que era necesario para un aterrizaje. Pero, esta vez, los Reyes van en autocar.

El caballo y los caballos tambi¨¦n forman parte del paisaje del poblado vecino al barrio de Pozo del T¨ªo Raimundo. Y tambi¨¦n hab¨ªa menos ejemplares de las dos clases de equinos. Fuentes policiales reconoc¨ªan que la visita de los Reyes, por un lado, les hab¨ªa asfaltado la calle. Pero por el otro, todo el l¨ªo de preparativos y la visita reperputen negativamente en el negocio de la droga. "A ver qui¨¦n va a venir a comprar droga aqu¨ª ma?ana [por hoy]", comentaban risue?os.

Los caballos de carne y hueso que habitualmente pastan en el prado cercano al poblado hab¨ªan desaparecido ayer, como los hist¨®ricos baches. "En uno de los agujeros casi cab¨ªa un coche", explican. Desde hace, d¨ªas, las heridas del asfalto ya supuraban alquitr¨¢n nuevo.

Casi nadie del vecindario se quiere perder hoy el espect¨¢culo. Ni las guapas ni?as gitanas Sara y Rosi ni sus, vecinos adolescentes ?ngel y Juan Antonio. Este ¨²ltimo masculla, mientras devora a mordiscos un bollo de chocolate rebosante de colesterol, que si pudiera hablar con los Reyes les pedir¨ªa una casa. "A ver si nos ayuda, porque queremos una casa

Para todos ellos es una novedad ver a don Juan Carlos o do?a Sof¨ªa en persona.. Menos. para uno. El t¨ªo Aquilino (el aut¨¦ntico nombre de este patriarca es Alfonso Santiago) y su esposa comieron hace tres a?os con do?a Sof¨ªa en el palacio, de la Zarzuela. Les llevaron all¨ª los jefazos de entonces de la Cruz Roja para participar en una serie de iniciativas contra la droga.