Ex concejales y personas pr¨®ximas al alcalde pugnan por las gasolineras

VIENE DE LA P?GINA 1"Yo gestion¨¦ la compra del terreno, financiada finalmente por CEPSA", dice Larraz, "pero ni he hablado jam¨¢s con un concejal sobre el tema ni he presentado jam¨¢s en el Ayuntamiento un papel firmado por m¨ª".

Tanto en an¨®mimos como en conversaciones privadas se asegura que otro ex concejal, el socialista Ram¨®n Mu?agorri -dimiti¨® de su cargo hace dos a?os-, es propietario de otro terreno similar. El dato es falso; Mu?agorri dice no poseer solar alguno. Pero el ataque contra ¨¦l puede tener origen en que en su despacho profesional figura como cliente un gasolinero que optar¨¢ al concurso.

Larraz y Mu?agorri no son los ¨²nicos que han tenido o tienen buenas relaciones en el Ayuntamiento y que hoy cuentan con intereses en el sector de las gasolineras. Fernando Casta?o, cu?ado del alcalde, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, es accionista de Comercial Sama, sociedad con dos estaciones de servicio en la capital: una en la calle Antonio L¨®pez, y otra en la calle Ofelia Nieto. Adem¨¢s, preside la Asociaci¨®n de Gestores de Gasolineras y es presidente de honor de las de Madrid y de Espa?a.

La de Antonio L¨®pez la tiene hace decenas de a?os y la de Ofelia Nieto la obtuvo con licencia concedida por el anterior Ayuntamiento, gobernado por los socialistas. En este caso, adem¨¢s, Casta?o fue obligado previamente a ceder el terreno a Servimadrid -empresa creada en 1986 por el Ayuntamiento y Campsa- por 25 millones (el Ayuntamiento se lo est¨¢ pagando a raz¨®n de un mill¨®n al a?o) y ¨¦l paga un canon de 2 millones al mes por explotar el negocio. "Ya ve en qu¨¦ me beneficia ser cu?ado del alcalde", comenta Casta?o, quien recuerda que los tribunales han declarado ilegales los actos de Servimadrid, pero ¨¦l a¨²n paga sus consecuencias.

Sobre Casta?o, que no es del PP, se asegura que ser¨¢ beneficiado por el concurso. Por el contrario, ¨¦l afirma que quiz¨¢s ni se presente y que, por el momento, prefiere conocer mejor las expectativas comerciales. Adem¨¢s, critica el concurso por entender que Madrid no necesita m¨¢s gasolineras, y mucho menos la cifra (70) que se prev¨¦ conceder.

Quien s¨ª milita en el PP y consigui¨® hace tres a?os la licencia para una gasolinera -no en Madrid capital, sino en la comunidad- es Rogelio Ba¨®n, diputado en el Parlamento. Ba¨®n gestion¨® la correspondiente licencia para instalar una estaci¨®n de servicio en la carretera de Valdemorillo a El Escorial, y despu¨¦s alquil¨® la parcela de su propiedad a la multinacional Shell. "No ha intervenido en todos los tr¨¢mites ni un solo ¨®rgano o instituci¨®n dirigida por mi partido", afirma Ba¨®n, quien asegura tener declarada esa propiedad en el Registro de Intereses.

Jos¨¦ Mar¨ªa Paz Casa?¨¦, ex director de V¨ªas P¨²blicas y ex delegado de Obras, y jubilado hace tres a?os, tambi¨¦n posee, seg¨²n narra ¨¦l mismo, el 10% en tres gasolineras madrile?as, gestionadas ahora por su hijo, Luis Adolfo Paz S¨¢nchez. Una de estas gasolineras est¨¢ situada en la carretera de La Coru?a, cerca del hip¨®dromo, y es una de las m¨¢s rentables de Madrid, seg¨²n la patronal. Fuentes del sector aseguran que Paz pretende participar en el concurso.

Otro dato usado como arma arrojadiza contra el Ayuntamiento, concretamente contra Areitio, es el supuesto trato de favor recibido por Feliciano Rivilla, ex jugador de f¨²tbol, quien recientemente obtuvo licencia para una nueva gasolinera que se abri¨® el pasado septiembre -las licencias estaban en suspenso desde 1992- en un lugar tan privilegiado como Sinesio Delgado.

En efecto, esa licencia se dio a dedo, pero Areitio aclara su origen: Rivilla ten¨ªa una gasolinera en la calle de Alcal¨¢ y el Ayuntamiento se la expropi¨®; a cambio, le concedi¨® una licencia en un terreno pr¨®ximo al cementerio de La Almudena, pero las protestas vecinales obligaron a buscar otra ubicaci¨®n. Y as¨ª surgi¨® la de Sinesio Delgado, pese a que el terreno era uno de los 70 marcados para que saliera a concurso.

El previsto concurso de gasolineras en Madrid es el de mayor volumen registrado en Espa?a, y probablemente tambi¨¦n en el mundo. La fuerte pugna de intereses se detecta estos d¨ªas, entre otras cosas, en las acusaciones de trato de favor que se cruzan los tres sectores comerciales: multinacionales espa?olas, multinacionales extranjeras y gasolineros privados.Desde las multinacionales extranjeras, hay coincidencia en asegurar que las espa?olas Repsol y Cepsa -el pacto del RACE les adjudica 52 de las 70 gasolineras- reciben ese trato favorable. Ambas, por el contrario, ponen de relieve su gran presencia en el sector, por lo que las nuevas adjudicaciones han de tener en cuenta la proporcionalidad respecto a la situaci¨®n actual. Repsol, por ejemplo, construye el 40% de las 250 nuevas gasolineras que se instalan al a?o en Espa?a y reclama un porcentaje similar de las 70 nuevas que habr¨¢ en Madrid.

Por su parte, los espa?oles consideran que, si se cumpliera el pacto del RACE, algunas multinacionales extranjeras, como Saroil (5 estaciones) y Petrogal (4), resultar¨¢n excesivamente beneficiadas en comparaci¨®n con lo que representan en el sector. Desde Petrogal, se argumenta que esta compa?¨ªa portuguesa tendr¨¢ a final de estea?o 125 gasolineras en Espa?a, y que es la petrolera extranjera que m¨¢s estaciones ha construido desde 1990 en nuestro pa¨ªs.

Desde Saroil, tambi¨¦n califican de "falsedad" que reciban trato de favor, porque, comentan, esa multinacional italiana es el primer operador petrolero en Espa?a por volumen de ventas (casi un mill¨®n de metros c¨²bicos en 1994) despu¨¦s de las refiner¨ªas espa?olas. A?aden que, aunque s¨®lo poseen tres estaciones en Espa?a (Sevilla, Badajoz y Madrid, suministran a un centenar m¨¢s. "Si preocupa tanto la presencia de Saroil en Madrid, donde las refiner¨ªas espa?olas tienen un. monopolio casi absoluto", agregan, "es porque temen que nuestra empresa inicie en la capital, como ya hacemos en otras ciudades, una pol¨ªtica de descuentos similar a la habitual en Europa, lo que romper¨ªa la actual situaci¨®n de hacer pagar a los madrile?os los precios m¨¢ximos por las gasolinas que consumen".

Hoy se estima que el precio medio de compra de una gasolinera en Madrid supera los 700 millones de peseta. Como media, una gasolinera en Madrid vende diez millones de litros al a?o. La concesi¨®n del Ayuntamiento, seg¨²n las normas del previsto concurso, ser¨¢ por 75 a?os. Anualmente, el explotador pagar¨¢ un canon de 0,5 pesetas por cada litro vendido.