La Iglesia y el perd¨®n

El actual Pont¨ªfice ha exhortado a la Iglesia a pedir perd¨®n por los pecados cometidos durante el ¨²ltimo milenio; sobre eso tengo mucho que objetar. La Iglesia de todos los tiempos ha obrado seg¨²n las directrices marcadas por los papas de turno, incluidos los Borja o aquel otro que bendijo los ca?ones y bayonetas italianos que sal¨ªan para Abisinia a matar a indefensos seres humanos con el pretexto de civilizarlos, o aquellos otros que promulgaron y ejercieron la Santa Inquisici¨®n, o aquellos tres que compitieron por el papado, instal¨¢ndose uno en Roma, otro , en Avi?¨®n y otro en Pe?¨ªscola.Pues bien, ?qui¨¦n nos dice ahora que dentro de 100 a?os, o 50, o el a?o pr¨®ximo, alg¨²n otro papa no pedir¨¢ perd¨®n a la humanidad por oponerse a los anticonceptivos, a los preservativos para evitar el sida, al divorcio (cuando no hay dinero de por medio) o a que las mujeres dispongan de su cuerpo para abortar o para decir misa?

?Por qu¨¦ se beatific¨® a Escriv¨¢ de Balaguer y no a monse?or Romero? ?Por qu¨¦ la Iglesia Nacional Cat¨®lica toler¨® que se acu?aran monedas con la inscripci¨®n: "Caudillo de Espa?a por la gracia de Dios". Con el mismo derecho, otros crueles dictadores, como Stalin o Hitler, pod¨ªan haber procedido igual