Ocho experimentos para redescubrir el tesoro de Troya
Es probable que los tesoros dorados de Troya, descubiertos por el arque¨®logo alem¨¢n Heinrich Schliemann hace m¨¢s de un siglo, sean reexcavados utilizando t¨¦cnicas cient¨ªficas avanzadas. Cuando, en 1873, fueron desenterradas docenas de piezas de joyer¨ªa en oro y de vasijas de plata, se consideraron en un principio como objetos de arte, pero ahora la ciencia actual puede descubrir adem¨¢s una enorme cantidad de informaci¨®n sobre los miembros de la familia real troyana que las poseyeron hace 4.400 a?os.Los m¨¢s de 150 objetos de oro, plata y bronce fueron llevados de Troya a Berl¨ªn en el siglo pasado v¨ªa Atenas y Londres, pero acabaron en Mosc¨² como bot¨ªn de guerra de los rusos al final de la II Guerra Mundial.
Hasta el a?o pasado, los rusos no reconocieron oficialmente que ten¨ªan el tesoro, y no se permiti¨® verlo a los arque¨®logos extranjeros hasta finales del pasado mes de octubre. Pero, precisamente por haber estado oculto tanto tiempo, las piezas nunca han sido limpiadas ni pulidas a conciencia, lo que permitir¨¢ que se haga ahora el trabajo cient¨ªfico de microexcavaci¨®n.
Cerca de un 25% de las piezas tienen a¨²n restos de la originaria tierra roja de Troya de la que se extrajeron en 1873, y es probable que las superficies sin limpiar, y a veces cubiertas de tierra, conserven indicios microsc¨®picos acerca del uso de esos objetos y las personas que los utilizaban.
Uno de los principales centros de arqueolog¨ªa del mundo, la Universidad Bradford (Reino Unido), se ha ofrecido a ayudar a los rusos a realizar un examen exhaustivo del tesoro, poniendo a disposici¨®n del museo moscovita Pushkin, que est¨¢ en poder del tesoro, expertos y equipos de an¨¢lisis. Para desvelar los secretos de los tesoros pueden utilizarse ocho t¨¦cnicas diferentes:
Cromatograf¨ªa de gases. Se puede descubrir para qu¨¦ se usaban originariamente las vasijas de oro y plata buscando rastros diminutos de grasas y aceites descompuestos. Una t¨¦cnica conocida como cromatograf¨ªa de gases tiene buenas probabilidades de demostrar si las tazas y cuencos contuvieron alguna vez leche, aceite de oliva o grasa animal, por ejemplo.
Cromatograf¨ªa de l¨ªquidos. De la misma forma, la cromatograf¨ªa de l¨ªquidos de alto rendimiento (HPLC, siglas en ingl¨¦s) podr¨ªa revelar si las vasijas eran para sustancias no grasas, por ejemplo incienso. La HPLC detectar¨ªa las min¨²sculas cantidades (una cienmil¨¦sima de gramo o, en algunos casos, incluso una millon¨¦sima de gramo) de compuestos de carbono espec¨ªficos que se encuentran, por ejemplo, en determinadas hierbas arom¨¢ticas.
An¨¢lisis de polen. Podr¨ªan detectarse otras sustancias, en especial miel o vino, utilizando una t¨¦cnica de an¨¢lisis del polen. Tanto la miel como el vino procesado de forma primitiva producen, por lo general, concentraciones de los granos de polen correspondientes (0,3 mil¨ªmetros de di¨¢metro) en los recipientes que se usaban para almacenarlos.
An¨¢lisis de hemoglobina. Las vasijas pertenec¨ªan probablemente a un rey-sacerdote y es muy posible que se utilizaran para ritos religiosos o incluso sacrificios. Una nueva t¨¦cnica, conocida como ELISA, puede detectar sangre de hace muchos a?os analizando la hemoglobina.
Examen microsc¨®pico. Cualquier resto de materia vegetal carbonizada o c¨¢scara o fragmentos vegetales de consistencia similar puede tambi¨¦n haber perdurado y ser identificado mediante un examen microsc¨®pico.
An¨¢lisis de desgaste. Las joyas de oro pueden aportar tambi¨¦n informaci¨®n sobre qui¨¦n las llev¨® originariamente. Una t¨¦cnica relativamente nueva, conocida como an¨¢lisis del desgaste por el uso, puede, por ejemplo, permitir a los arque¨®logos descubrir de qu¨¦ tipo de tejidos estaba hecha la ropa del portador del objeto. Se cree que los distintos materiales dejan diferentes marcas microsc¨®picas en el oro. La lana, por ejemplo), dejar¨ªa una marca diferente ala del lino o la seda, y estas marcas pueden detectarse a trav¨¦s de un potente videomicroscopio que utiliza peque?os esc¨¢neres en forma de bol¨ªgrafo.
Huellas digitales. Tambi¨¦n se puede examinar el tesoro, y los objetos de bronce encontrados junto a ¨¦l, en busca de huellas digitales antiguas. A veces, estas huellas se conservaron en la antigua corrosi¨®n de la plata y el bronce. Esto puede ocurrir de dos formas diferentes. El cloruro de sodio del sudor humano depositado en una huella digital puede iniciar a menudo la corrosi¨®n de la plata.
Otra posibilidad es que una huella grasienta impida la descomposici¨®n inicial y quede marcada en la posterior corrosi¨®n. Si se encontraran varias huellas, podr¨ªan ser un indicio de la identidad ¨¦tnica de los reyes-sacerdotes que poseyeron el tesoro y gobernaron Troya, algo que actualmente no se sabe con certeza. Los diferentes rasgos de las huellas digitales aparecen con variada frecuencia en los distintos grupos ¨¦tnicos.
Mediante el an¨¢lisis de la composici¨®n del oro podr¨ªan revelarse algunos de los h¨¢bitos comerciales de los antiguos troyanos. Una docena de oligoelementos met¨¢licos a menudo raros, como el lantano o el escandio, constituyen casi con certeza menos del 0,1% del oro, pero un an¨¢lisis de las cantidades relativas de cada uno de estos metales (como un perfil de oligoelementos met¨¢licos) podr¨ªa indicar la posible procedencia del oro de Troya.
An¨¢lisis gen¨¦tico. Los cient¨ªficos pueden arrojar luz sobre la identidad ¨¦tnica de los miembros de la familia real troyana del tercer milenio antes de Cristo examinando el material gen¨¦tico, el ADN, que contiene la piel de los muertos (literalmente, caspa u otros restos de piel seca que todos los seres humanos sueltan). Pero este material tan perecedero solamente pudo conservarse, en el caso troyano, atrapado dentro de los compuestos de corrosi¨®n del bronce.
Tambi¨¦n el pelo puede aportar informaci¨®n gen¨¦tica, as¨ª que es probable que los arque¨®logos busquen diminutos fragmentos de cabello tambi¨¦n ocultos dentro de los productos corrosivos del bronce.
Adem¨¢s, en los productos corrosivos del bronce podr¨ªan haberse conservado min¨²sculos trozos de fibra textil que permitir¨ªan a los cient¨ªficos identificar los materiales con que estaban hechas las ropas de los troyanos.
Si el proyecto de investigaci¨®n sigue adelante, ser¨ªa uno de los m¨¢s exhaustivos jam¨¢s emprendidos por los arque¨®logos. Para salvaguardar la integridad cient¨ªfica de los objetos, el director general del Museo de Berl¨ªn escribi¨® al Museo Pushkin, de Mosc¨², el pasado mes de marzo pidiendo a los rusos que no limpiaran ni pulieran el tesoro. El Museo de Berl¨ªn, cuyos representantes inspeccionaron el tesoro en el Museo Pushkin a finales del pasado mes de octubre, se ha ofrecido tambi¨¦n a llevar a cabo una investigaci¨®n cient¨ªfica conjunta con los rusos.
El tesoro, que para Schliemann era el tesoro de Pr¨ªamo, el rey troyano de la Iliada de Homero, es una colecci¨®n de decenas de vasijas, copas, joyas y ornamentos como diademas, brazaletes, pendientes y anillos de diversos tama?os.
Seg¨²n el arque¨®logo alem¨¢n, cuyos diarios de la excavaci¨®n son imprecisos y confusos, el tesoro comprende bandejas y calderos de cobre, dentro de los cuales hab¨ªa copas de oro, plata y bronce, una salsera de oro, jarrones, 13 puntas de lanza de cobre y varios miles de peque?os anillos y piezas decorativas de oro, as¨ª como dos magn¨ªficas diademas de oro, una de ellas formada por m¨¢s de 16.000 piezas enhebradas en hilos del mismo material. Esta diadema, conocida como las joyas de Helena, es la que lleva Sophie, la esposa de Schliemann, en una c¨¦lebre fotograf¨ªa de la ¨¦poca.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.