Rub¨¦n Zamora: "La ca¨ªda del socialismo es positiva para la izquierda latinoamericana"

Abogado y antiguo guerrillero candidato derrotado a la presidencia por una amplia coalici¨®n de la izquierda, Rub¨¦n Zamora, de 52 a?os, se ha convertido en una de las figuras m¨¢s emblem¨¢ticas de la transici¨®n de El Salvador a la democracia. L¨²cido y dialogante, Zamora participa estos d¨ªas en un seminario en la Casa de Am¨¦rica, de Madrid, sobre el proceso de paz en El Salvador. Autocr¨ªtico y visionario, se?ala sin dudar: "La ca¨ªda del socialismo real ha sido positiva para la izquierda en toda Am¨¦rica Latina"."En primer lugar, nos despert¨® de una pesadilla, de un mal sue?o, y en segundo t¨¦rmino, las revoluciones del Tercer Mundo ya no est¨¢n obligadas a pagar la factura que impon¨ªan los pa¨ªses del bloque socialista", se?ala Zamora. "Cuando triunfaban nuestras revoluciones, ca¨ªan en la din¨¢mica de la guerra fr¨ªa que obligaba a renunciar a nuestros modelos. Ah¨ª tenemos el ejemplo de la Cuba de Fidel Castro".

Pero esta cura de humildad y realismo no lleva a este cat¨®lico de izquierdas. a renunciar a las utop¨ªas. "Los sue?os de la izquierda siguen vigentes porque la mayor¨ªa de El Salvador es pobre y sue?a con acabar con su pobreza", comenta. "Pero ya no so?amos con Marx y con Lenin que significa lo mismo que sonar con la muerte. Ahora tenemos que crear nuevas propias alternativas a partir de las necesidades de los pobres". En una aguda imagen Rub¨¦n Zamora describe el panorama de Am¨¦rica Latina: "La pol¨ªtica y la econom¨ªa caminan en trenes distintos por v¨ªas opuestas. Si llegan a chocar, perder¨¢ la pol¨ªtica, es decir, la democracia".

En su opini¨®n, el modelo neoliberal ha demostrado no servir en Am¨¦rica Latina o, en cualquier caso, sus costes sociales no se pueden pagar. "La respuesta popular a esos ajustes duros pasan por el caracazo en Venezuela o la revuelta de Chiapas en M¨¦xico", observa.

Optimista sobre el proceso de paz en El Salvador, Zamora resalta los d¨¦ficits en el cumplimiento de los acuerdos de 1992. Estas carencias se refieren al reparto de tierras a antiguos combatientes, a la reincorporaci¨®n a la vida civil de soldados y guerrilleros, a la reforma judicial y a la consolidaci¨®n de una polic¨ªa civil separada del Ej¨¦rcito. "No obstante", a?ade, las elecciones de la primavera pasada cerraron un cap¨ªtulo de 12 a?os de guerra que cost¨® 70.000 muertos".