?xodo
Hace mucho, mucho tiempo, se celebr¨® en Toronto el Campeonato del Mundo. Espa?a dio la campanada al perder con China y provoc¨® durante unos d¨ªas lo que llaman los angloparlantes una brain-storm (tormenta de ideas). Dentro de aquel marem¨¢gnum ideol¨®gico donde todo el mundo cre¨ªa haber llegado a la soluci¨®n (visto ahora, aquellas reuniones se parec¨ªan a las del Frente Popular de Judea en la pelicula La vida de Brian. Hablar, hablar, y venga a hablar, pero desde entonces no se ha movido un dedo) uno de los debates se centraba en el ¨¦xodo de los jugadores j¨®venes que desde hace unos a?os emigran a Estados Unidos. Alguno, como Ricky Peral, prefiriendo incluso estar un a?o sin jugar, que quedarse por estos parajes.La tendencia no ha hecho mas que empezar y est¨¢ en alza (cada a?o son m¨¢s). No es un fen¨®meno exclusivamente espa?ol (alemanes, griegos, yugoslavos... )lo que no quiere decir que las razones que llevan a nuestras promesas a tomar el avi¨®n sean las mismas para todos.
Pasemos revista a las causas de esta corriente. Raz¨®n 1: En el baloncesto espa?ol un alto porcentaje de jugadores prometedores se quedan estancados. No hace falta tener una memoria prodigiosa para ver d¨®nde est¨¢n y lo que hacen aquellas estrellas emergentes de hace unos a?os. Raz¨®n 2: Los entrenadores de equipos Profesionales, en general y salvo honrosas excepciones, no se preocupan por el desarrollo individual de los j¨®venes, pues ya tienen bastante con tener que ganar, para conservar la cabeza. Raz¨®n 3: Tres extranjeros. Sin comentarios. Raz¨®n 4: Para entrar en la NBA, la mejor forma es pasar por la universidad. Raz¨®n 5: Puedo estudiar y jugar, y al menos, seguro que aprendo ingl¨¦s. Raz¨®n 6: Dicen que en las universidades se liga mucho. ?Qu¨¦ atractivo ofrece el baloncesto espa?ol a cambio?. Raz¨®n ¨²nica: Dinero.
Seguimos hablando, bla, bla, bla. Y mientras tanto, en vez de cuidar nuestra cantera, posibilitarles la completa formaci¨®n como jugadores y por fin entender que un equipo con jugadores locales transmite mejores vibraciones a los aficionados, permitimos atrocidades como que haya entrenadores que a los 14 a?os les ense?an antes un sistema que a botar el bal¨®n... Y luego nos sorprende que se quieran largar.
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