Cenar en Nueva York
Como una pel¨ªcula: piloto y azafata coinciden en un vuelo al archipi¨¦lago balear, se conocen, se gustan y se casan. As¨ª le ocurri¨® a Antonio Sancho, comandante de Airbus 320, de 42 a?os, hijo de un militar del Ej¨¦rcito del Aire, esposo de una tripulante de cabina y padre de tres hijos de 21, 18 y 5 a?os. Cuando habla de su profesi¨®n compone aut¨¦nticas odas al vuelo. Es vocacional, "desde peque?o". A los 17 a?os comenz¨® la carrera en el Ej¨¦rcito del Aire.Despu¨¦s de 22 a?os de piloto, siete de ellos de comandante, contin¨²a diciendo con entusiasmo que de su trabajo le gusta "todo". "Eso s¨ª, cuando llegan las vacaciones, lo ¨²ltimo que se me ocurre es volar", confiesa, y asegura que la ¨²ltima vez que subi¨® a un avion en vacaciones fue hace 10 a?os. Se sienta al volante y enfila la carretera hacia Sierra Nevada, su Granada natal.
Al principio de su carrera, disfrutaba del paseo por las ciudades del mundo. Ya no. Se queda en el hotel o cena en un restaurante cercano. "Llega un momento que ya no te llama la atenci¨®n patearte las ciudades, y prefieres descansar". Los pilotos tienen sus destinos favoritos, y Nueva York es el vuelo m¨¢s goloso. En cambio, a quien le toque Mil¨¢n le cae un "marr¨®n".
Una de las cosas que m¨¢s le gusta es comunicarse con los pasajeros los por megafon¨ªa. Contarles c¨®mo anda el tiempo, a qu¨¦ altura est¨¢n, el tipo de avi¨®n en el que viajan... "Pero no s¨¦ enteran de nada", admite. "Lo hago para transmitirles tranquilidad, con la voz pausada".
Sin, embargo, esa tranquilidad es el peor enemigo. "La mayor¨ªa, de los accidentes de aviaci¨®n se provocan por la confianza del piloto, decir 'aqu¨ª no pasa nada', seguros del terreno; por eso es tan peligroso hacer muchas veces la misma ruta", advierte.
Tambi¨¦n los pilotos se quejan del desbarajuste horario, de las 12 noches al mes que pasan fuera de casa. Pero en su caso, con una mujer azafata, lo tiene m¨¢s complicado. "Hay meses en los que no llegamos a pasar diez noches juntos", lamenta. Pero tener a una compa?era del gremio, tambi¨¦n le ahorra complicaciones: "No todo el mundo entiende esta vida; es muy f¨¢cil que se generen inseguridades, por el miedo a las infidelidades..." Antonio se considera "razonablemente bien pagado", pero cree que la compa?¨ªa antes "mimaba m¨¢s" a los pilotos.
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