El dilema checheno
BOMBARDEOS SOBRE objetivos en Grozni, movimientos de las tropas invasoras, combates espor¨¢dicos y una sucesi¨®n de ofertas de negociaci¨®n a cual menos convincente componen la t¨¢ctica, m¨¢s que la estrategia, del presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, ante la secesi¨®n chechena. Y todo ello, a la espera del ataque definitivo sobre la capital independentista. Numerosos indicios apuntan a que estas vacilaciones de ¨²ltima hora tienen que ver con la dudosa lealtad de, al menos, parte de las tropas rusas. Pero si finalmente Rusia aplasta por las armas la independencia chechena ello constituir¨¢ un desastre para todos.Lo ser¨¢ para los chechenos, qu¨¦, aunque sean capaces de oponer una resistencia irregular, pagar¨¢n el m¨¢s duro precio por sus deseos de libertad; para los rusos, porque habr¨¢n demostrado ser incapaces de mantener la integridad de las fronteras del Estado federal por la persuasi¨®n; para la democracia, en definitiva, en la vasta extensi¨®n del experimento ruso en libertad. Muchos m¨¢s muertos y m¨¢s intangibles que los que, tristemente, se est¨¢n produciendo en los campos de batalla chechenos, ser¨¢n los que escriban el epitafio de esta t¨¦trica y desmoralizadora historia.
Los medios por los que el l¨ªder checheno, Dzhojar Dud¨¢iev, se ha alzado a la presidencia del pa¨ªs parecen escasamente democr¨¢ticos. Tampoco es la ejemplaridad pol¨ªtica del Estado cauc¨¢sico lo que debe valorarse aqu¨ª, pero cabe poca duda de que la inmensa mayor¨ªa de este pueblo de algo m¨¢s de un mill¨®n de habitantes y 13.000 kil¨®metros cuadrados de extensi¨®n est¨¢ unido en la lucha contra el invasor y reclama, cuando menos, una soberan¨ªa nacional incompatible con la actual estructura de la federaci¨®n. Y eso deber¨ªa bastar para que Mosc¨² no intentara resolver el problema por la fuerza.
Es necesario negociar y hallar una soluci¨®n que de acomodo a las leg¨ªtimas aspiraciones del pueblo checheno. El mundo de las realidades institucionales es lo bastante vasto y complejo como para poder dar a ambos bandos lo que ambos buscan. En estos tiempos de realidad virtual deber¨ªa ser posible una independencia virtual para Chechenia que disipara las aprensiones de Mosc¨².
De igual forma, la indiferencia occidental a la situaci¨®n de la rep¨²blica cauc¨¢sica recuerda inc¨®modamente otras distracciones en Budapest y Praga que, si entonces ten¨ªan una justificaci¨®n geopol¨ªtica (no se pod¨ªa hacer nada salvo ir a una guerra mundial para impedir el aplastamiento de las libertades h¨²ngaras y checas), hoy son casos que deber¨ªan verse de forma muy distinta. Mosc¨² es aliado de Occidente y la comunidad internacional tiene medios de presi¨®n para mostrar al Kremlin lo que opinar¨ªa de un arrasamiento de la independencia chechena.
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