Dos encapuchados matan a balazos al due?o de un bar en Getafe y se dan a la fuga

V?CTOR SAORNIL "O¨ª como dos petardazos, me asom¨¦ y eran dos disparos", afirma C¨¦sar Boada, un chaval que ayer estaba en la calle de Galicia de Getafe (143.500 habitantes) pasadas las once de la noche. A esa hora y en ese lugar, dos encapuchados dispararon contra Jos¨¦ Corvillo, Ca?ada, de 41 a?os, propietario del bar Antonio el Extreme?o. "Luego", relata C¨¦sar, "vi una furgoneta roja subir a toda velocidad por la calle; llevaba: cortinas a los lados y matr¨ªcula de C¨¢diz, pero no me acuerdo de los n¨²meros". Se marchaban sin bot¨ªn. Corvillo se hab¨ªa negado a entregarles la recaudaci¨®n.

Jos¨¦ Corvillo regentaba desde hace poco m¨¢s de tres a?os el bar Antonio. El martes, estaba sacando el dinero de las m¨¢quinas tragaperras, con el establecimiento cerrado, cuando dos encapuchados se acercaron hasta la puerta y le instaron a que abriera el local. Corvillo se neg¨®, y los dos desconocidos rompieron uno de, los cristales y dispararon contra ¨¦l, mientras su mujer, Ino Moreno P¨¦rez, limpiaba los aseos del bar.Al propietario del establecimiento apenas le quedaron fuerzas para abalanzarse contra la puerta con un taburete en las manos. Los asaltantes se dieron inmediatamente a la fuga en una furgoneta marca Ford Courier, seg¨²n la versi¨®n policial. Los encapuchados no se llevaron nada.

La r¨¢pida intervenci¨®n de los vecinos no pudo impedir el fallecimiento de Jos¨¦ Corvillo que ingres¨® en el Hospital Universitario de Getafe. La defuncion se produjo sobre las cuatro de la madrugada.

Buena clientela

Los vecinos de la calle de Galicia no se explicaban ayer el suceso. Varias vecinas de la familia Corvillo afirmaron que "el bar ten¨ªa una clientela muy buena, nunca hubo una voz m¨¢s alta que otra en el local". Las mismas personas calificaron al propietario como una persona "honrada, buena y bondadosa".

La esposa y los dos hijos de Corvillo Ca?ada regresaron sobre las dos de la tarde del hospital getafense, donde se realiz¨® la autopsia. Entre las muestras de condolencia de los vecinos, los familiares se negaron a hacer ning¨²n tipo de declaraci¨®n. No obstante, los amigos de la v¨ªctima anunciaron que estaban reuniendo dinero para poner una corona de flores en el entierro. En la entrada del bar alguien puso ayer una flor.

La Asociaci¨®n de Hosteleros de Getafe, por otra parte, contemplaba la posibilidad de realizar un cierre de los establecimientos en se?al de duelo. En otro de los bares de la calle de Galicia, los propietarios manifestaron que la calle sufr¨ªa un ambiente de indefensi¨®n desde hace a?o y medio, fecha en la que fue cortada por las obras del aparcamiento subterr¨¢neo de la calle de Arag¨®n [perpendicular a la calle de Galicia]. "Desde entonces no pasa por aqu¨ª ning¨²n coche de la polic¨ªa", contaban los citados propietarios.

La Asociaci¨®n de Hosteleros de Getafe decidi¨® en la tarde de ayer enviar una circular a todos los comerciantes del municipio para que a las 15.30 de hoy, jueves, cierren sus establecimientos y acudan al entierrro de Jos¨¦ Corvillo.

El sepelio se celebrar¨¢ en el cementerio getafense, mientras. que el velatorio se llevar¨¢ a cabo en el tanatorio de Legan¨¦s a partir de las 12.30. Los hosteleros de la calle de Galicia han manifestado que la situaci¨®n de esta v¨ªa es "una verdadera verg¨¹enza". "Desde que la calle est¨¢ as¨ª me han robado dos veces, cuando antes nunca. me hab¨ªa pasado", manifest¨® el due?o de una cafeter¨ªa.

Crimen de Carabanchel

El malestar generado por el asesinato de Corvillo no es sino reflejo de un movimiento m¨¢s amplio. El pasado 18 de noviembre -tres d¨ªas antes del doble crimen de los taxistas- asesinaban a golpes -ocho en total, cinco de ellos mortales- en su tienda de Carabanchel a Felipe G¨®mez P¨¦rez, de 39 a?os, casado y con dos hijos menores.

El cad¨¢ver, con el cr¨¢neo destrozado, fue descubierto de noche por una ni?a de 12 a?os. El espeluznante homicidio, por un bot¨ªn de 50.000 pesetas, puso en pie de guerra a las asociaciones de comerciantes, que llegaron a congregar una manifestaci¨®n de 7.000 personas.Los asesinos del tendero de Carabanchel a¨²n no han sido detenidos. La zona donde estaba su comercio -la calle de Zaida- ha sido objeto de frecuentes asaltos.Un mes antes del asesinato de Felipe G¨®mez, una asociaci¨®n de vecinos envi¨® una carta a la Delegaci¨®n del Gobierno: "Por la presente ponemos en su conocimiento que hay una zona de nuestro barrio en la que la inseguridad es patente, con asaltos a personas, tiendas, bares, veh¨ªculos, por lo que los vecinos est¨¢n muy alterados".