Vargas Llosa y Cuba

Estas l¨ªneas son para mi admirado escritor Mario Vargas Llosa, pero no el de los comentarios sobre econom¨ªa y pol¨ªtica, sino aquel que con brillantez describi¨® la vida de una ciudad y sus perros. Hoy parece que ha desplazado su energ¨ªa? literaria a una obsesi¨®n: Cuba y Fidel Castro, a los que, lejos de dedicar un an¨¢lisis serio, dirige insultos que, ya llegan a un nivel procaz. Tal vez, la vida acad¨¦mica de Vargas Llosa, sus conferencias y su actividad period¨ªstica no le permiten recorrer y observar la miseria de numerosos pa¨ªses latinoamericanos. S¨ª leyera las p¨¢ginas que Miguel Olivares firmaba en EL PA?S el domingo 6 de noviembre de este a?o, y en el que describe secuencias cotidianas de cinco ciudades latinoamericanas, se informar¨ªa de que el robo y el asesinato son cosa corriente, eso s¨ª, en pa¨ªses muy democr¨¢ticos. Los motivos de esas muertes no se justifican en otros pa¨ªses: un plato de comida o un par de zapatillas deportivas. Se deduce de ¨¦stas y otras cr¨®nicas period¨ªsticas que en estos pa¨ªses tienen lugar miles de asesinatos de este tipo, y que tema tan banal no preocupa a Vargas Llosa, quien prefiere ejemplificar insidiosamente con Cuba cada vez que quiere referirse a una situaci¨®n social o pol¨ªtica deteriorada. De un intelectual de su calibre lo menos que se puede pedir es un tratamiento ecu¨¢nime de los temas sobre los que escribe.-