Final moderadamente feliz
Era sabido que el Banesto de Mario Conde controlaba oficialmente el 25% del Banco Tofta & Agores (BTA) y que el otro 25% estaba en la ¨®rbita del banco espa?ol a trav¨¦s de un grupo de empresas dirigido por el socio de Mariano G¨®mez de Lia?o en Lisboa: el abogado Carlos Menezes Falcao. Pero despu¨¦s de la intervenci¨®n hubo sorpresas. El Gobierno portugu¨¦s se resisti¨® a reconocer la presencia de Banesto y sigui¨® cuestionando la legalidad de esa inversi¨®n. Pero lo m¨¢s importante fue que Falcao, el fiduciario, no quiso traspasar a Banesto el 25% que detentaba a trav¨¦s de su grupo de sociedades (MSF). Cuando el secretario del consejo de administraci¨®n de Banesto, Juan Carlos Rodr¨ªguez Cantarero, pidi¨®, tras la intervenci¨®n, a G¨®mez de Lia?o los vend¨ª firmados por Falcao, el abogado de Conde le sugiri¨® que se los pidiera a su socio luso. Y ¨¦ste dijo no.El nuevo Banesto estaba en jaque. Que el BTA le interesaba como inversi¨®n estrat¨¦gica era evidente. Antes de la subasta de Banesto, Emilio Bot¨ªn, presidente del Banco Santander, admiti¨® que apostar¨ªa fuerte por la existencia del Totta en el grupo Banesto.
Ya que no se le dejaba hacerse con la gesti¨®n del BTA y no pose¨ªa materialmente el 25% en manos de Falcao, Banesto hizo lo ¨²nico que pod¨ªa: fijar precio y vender. El Gobierno portugu¨¦s estimul¨® la formaci¨®n de un grupo y se realiz¨® la operaci¨®n.
Se trata de un encaje de bolillos. Banesto vendi¨® a Falcao su parte en las sociedades fiduciarias que controlaban el 25% no oficial del BTA y, al mismo tiempo, Falcao y Banesto vendieron su 25% respectivo en el BTA al grupo de Antonio Champalimaud, quien pag¨® en total 144.700 millones de escudos por el 50%, es decir, 5.261 escudos por t¨ªtulo.
La inversi¨®n del Banesto de Conde en el Totta ascendi¨® a 113.000 millones. de escudos. De modo que la plusval¨ªa deb¨ªa ser de 31.000 millones de escudos (25.000 millones de pesetas). Por tanto har¨ªa falta conocer algunos detalles, porque de los 25.000 millones de pesetas a los 21.680 millones de pesetas de plusval¨ªas que declara Banesto hay una diferencia de m¨¢s de 3.300 millones. Se supone que Falcao se ha llevado una tajada.
Conde, ansioso por consolidar en el ejercicio 1991 las cuentas del BTA -que entonces todav¨ªa no pose¨ªa el Cr¨¦dito Predial Portugu¨¦s- con las de Banesto, decidi¨® pagar una prima de control importante a Jos¨¦ Roquette y sus amigos portugueses (lleg¨® a pagar hasta 4.000 escudos por acci¨®n en 1992 por algunos paquetes.) Si se toma como inversi¨®n financiera, la rentabilidad que se acaba de obtener en el BTA pod¨ªa haber sido conseguida por Banesto, durante estos a?os, colocando los 113.000 millones de escudos en el mercado interbancario. Su valor, por tanto, no era el de una inversi¨®n financiera sino estrat¨¦gica, a saber, el control de una de las m¨¢s importantes entida-, des financieras lusas. Y es en este punto donde la estrategia de Conde fracas¨®, sobre todo por su presi¨®n p¨²blica sobre las autoridades portuguesas. Ha terminado lo que parece un melodrama norteamericano: Banesto recupera con beneficios razonables su inversi¨®n, el Gobierno portugu¨¦s salva la cara y Conde aparece como el malo de la pel¨ªcula ... en la c¨¢rcel. En cuanto al ministro luso Eduardo Catroga, es el Luis de Vasconcelos, conde de Casteld Melhor, que expuls¨® a las tropas espa?olas en el siglo XVII
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