Un episodio tard¨ªo de la guerra fr¨ªa
Corea del Norte mantuvo una actitud caracter¨ªstica de la guerra fr¨ªa y lo que alg¨²n comentarista calific¨® de "ruleta rusa diplom¨¢tica" durante la crisis de la entrada y casi seguro derribo de un helic¨®ptero estadounidense en su territorio.
La acusaci¨®n de espionaje, la confesi¨®n forzada del piloto, en el sentido de que cometi¨® un "acto criminal imperdonable" y las escasas facilidades concedidas para solucionar el problema, contrastan con la opini¨®n de que Washington y Pyongyang avanzaban hacia un deshielo desde su acuerdo de Ginebra del pasado 21 de octubre.
Este acuerdo obliga a Corea del Norte a congelar su sospechoso programa nuclear a cambio de recibir reconocimiento diplom¨¢tico y ayuda econ¨®mica, algo que desde el punto de vista de Corea del Sur y de muchos pol¨ªticos estadounidenses supon¨ªa hacer demasiadas concesiones al r¨¦gimen comunista.
La actitud norcoreana, con la misma ret¨®rica pol¨ªtica de los ¨²ltimos cuarenta a?os, estuvo a punto de poner en peligro el acuerdo de Ginebra, tal como advirti¨® el secretario de Estado norteamericano, Warren Christhoper.
EE UU, que ya hab¨ªa comenzado los preparativos para el primer env¨ªo de 50.000 toneladas de petr¨®leo para solucionar las necesidades energ¨¦ticas de Corea del Norte, pidi¨® el retraso de la entrega del combustible como medida de presi¨®n y disgusto por la actitud norcoreana.
Al final se impuso el pragmatlismo y Pyongyang, que en 1968 retuvo durante cas¨ª un a?o a 83 tripulantes de un buque de EE UU acusados de espionaje, decidi¨® no tirar por la borda los beneficios de su acuerdo con Washington.
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