"En Madrid dices que te horroriza la ciudad y no pasa nada"
Parece que para ?ngeles Caso no hay nada m¨¢s real que la literatura. El peso de las sombras, su ¨²ltima novela, rinde tributo a una soledad de carne y hueso. Ni siquiera de ni?a so?¨® con ser princesa, y en su segunda novela, destacaba otra tristeza de mujer mitificada por la cursiler¨ªa hasta en el nombre, Elis¨¢beth, emperatriz de Austria-Hungr¨ªa, a la que ella jam¨¢s llama Sissi. No le gustan demasiado los n¨²meros, pero se resigna a los comentarios que origina que El peso de las sombras, finalista del premio Planeta 1994, supere en n¨²mero de ventas al ganador, nada menos que el Nobel espa?ol Camilo Jos¨¦ Cela. Pero lo que ?ngeles Caso (Gij¨®n, 1959) suele desmentir con m¨¢s urgencia es el supuesto car¨¢cter autobiogr¨¢fico de alguna de sus obras.Pregunta. Escribe sobre mujeres. ?Supone que tiene m¨¢s lectoras que lectores?
Respuesta. Sospecho que s¨ª por pura estad¨ªstica. Parece que las mujeres leemos m¨¢s que los hombres.
P. Sus protagonistas son siempre desgraciadas. ?Mariana de Montespin tampoco es feliz?
R. Mariana de Montespin ni siquiera llega a la altura de un ser humano desarrollado, es una especie de proyecto que jam¨¢s alcanza la plenitud, incapaz de tomar una decisi¨®n.
P. ?No le interesa escribir sobre mujeres felices?
R. ?Qui¨¦n ha dicho que no lo vaya a hacer? Es cierto que el arte trabaja m¨¢s el terreno de la desdicha, pero, en mi caso, cuando no estoy bien, soy incapaz de escribir una sola l¨ªnea.
P. ?Camilo Jos¨¦ Cela la ha felicitado?
R. Naturalmente que s¨ª, lo ha hecho p¨²blicamente en los encuentros conjuntos que hemos tenido con la prensa. Ha sido muy generoso, y se lo agradezco.
P. El peso de las sombras supera en ventas a La cruz de San Andres, novela ganadora.
R. Lo se, pero yo nunca he valorado un producto de la creaci¨®n por el n¨²mero de ejemplares que se venden, o en el caso de una exposici¨®n, a raz¨®n de cu¨¢ntos la visitan.
P. ?Ha dejado de ser periodista?
R. Nunca lo fui, me gan¨¦ la vida trabajando como periodista, que son cosas completamente diferentes, pero siempre me falt¨® vocaci¨®n.
P. ?Hay muchos homenajes en Valeria Quintanar, su seud¨®nimo para el Planeta?
R. Valeria es la hija menor de la emperatriz Elisabeth. Quintanar, el apellido del marido de La regenta. Soy asturiana, y ¨¦sa es una de mis novelas favoritas. Un talism¨¢n que, e. este caso, funcion¨®.
P. Lleg¨® a Madrid sin ganas, ?qu¨¦ tal se lleva ahora con la ciudad?
R. Mal, me sigo llevando fatal. Madrid es una ciudad dur¨ªsima, pero tiene algo fant¨¢stico. Puedes decir que te horroriza y no pasa nada. Eso no se le perdona en cualquier sitio a un forastero.
P. Utiliza usted los transportes p¨²blicos.
R. Lo hago porque no conduzco y aprovecho esos momentos para escuchar noticias a trav¨¦s de la radio, para leer o anotar cualquier cosa en mi agenda. Molestas mucho menos a los dem¨¢s, o al menos, no aparco nunca en doble fila.
P. ?Por fin la toman en serio como escritora?
R. Comprendo que muchos me vean como la ni?a bonita que aprovecha su fama televisiva para escribir. Mi caso es otro, pero la gente no tiene por qu¨¦ saberlo. Si mi trabajo es digno, las dudas se acabar¨¢n.
El peso de las sombras. Editorial Planeta.
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