Al Kassar declara en el juicio que le pidieron 100 millones de d¨®lares para que Garz¨®n le dejara libre

El traficante internacional de armas Monzer al Kassar, cuyo juicio comenz¨® ayer en la Audiencia Nacional, neg¨® ayer todas las. imputaciones por las que el fiscal pide para ¨¦l 29 a?os de c¨¢rcel por haber facilitado presuntamente el armamento al comando palestino que secuestr¨® el buque Achille Lauro en 1985. Al Kassar convirti¨® su juicio en una cortina de acusaciones de "chantaje" en las que mencion¨®, aunque por persona interpuesta, al juez Baltasar Garz¨®n, y dijo que dos supuestos intermediarios de ¨¦ste le hab¨ªan pedido 100 millones de d¨®lares para obtener su libertad.

Al Kassar consigui¨® en parte desviar la atenci¨®n de su posici¨®n de procesado con una serie de acusaciones que no prueban nada, pero captaron la aten ci¨®n de los numerosos medios informativos presentes en el juicio. Adem¨¢s, dosific¨® las imputaciones: de los cuatro "chantajes" que supuestamente sufri¨® desvel¨® dos, y, ante la falta de tiempo, prometi¨® otros dos para la sesi¨®n de hoy, lo que ha dejado en un segundo plano sus eventuales relaciones con la facci¨®n terrorista de Abu Abbas.A preguntas de su abogado, Jos¨¦ Luis Sanz Arribas, Al Kassar relat¨® las supuestas operaciones de "chantaje, montaje y conspiraci¨®n" contra ¨¦l. El traficante de armas record¨® que ten¨ªa relaciones con Amira Yoma, cu?ada del presidente argentino, Carlos Menem, y explic¨® que ¨¦sta le llam¨® para preguntarle textualmente: "?Qui¨¦n es ese juez loco que se llama Garz¨®n?". Yoma quer¨ªa saberlo porque Garz¨®n hab¨ªa dictado una orden de busca y captura contra ella por su presunta implicaci¨®n en tr¨¢fico de drogas y dijo a Al Kassar que estaba dispuesta a venir a Espa?a, pero sin orden de busca.

Al Kassar, que se expres¨® en ¨¢rabe y a trav¨¦s de int¨¦rprete, trat¨® de informarse primero por medio del ex jefe de polic¨ªa de la Audiencia Nacional, Ram¨®n Lillo, quien no le dio mayores detalles. Es entonces cuando aparece en escena un sirio de origen espa?ol, Tayser al Sahoud, a quien Al Kassar conoc¨ªa superficialmente y que le asegura que Garz¨®n y ¨¦l "eran como hermanos".

Seg¨²n Al Kassar, Al Sahoud, tras unas gestiones con Amira Yoma, le dijo que hab¨ªa convencido al juez, ayudado por la esposa del propio Garz¨®n. Pero cuando Al Kassar le pregunt¨® cu¨¢ndo pod¨ªa venir Yoma a Espa?a, Al Sahoud le replic¨®: "La ¨²ltima respuesta de Garz¨®n fue: '?Y qu¨¦ hay para nosotros?'. "Yo pensaba", prosigui¨® Al Kassar, "que se trataba de un servicio normal y corriente. Pero me dijo que eran cinco millones de d¨®lares".

Al Kassar precis¨®, ante las advertencias que le hizo el tribunal sobre la posible responsabilidad penal por sus declaraciones, que deb¨ªa quedar claro que todo esto "fue a trav¨¦s de Al Sahoud, no de Garz¨®n".

Pero insisti¨® en que, a partir de entonces, a finales del a?o 1991, empez¨® a recibir "mensajes", cuyo contenido no especific¨®. Tras su detenci¨®n, en julio de 1992, Al Sahoud y otra per sona, Mohamed al Zaya, empezaron a comunicarse con su familia. "Estas peticiones se me trasladaron a m¨ª" prosigui¨® Al Kassar. "Pidieron 100 millones de d¨®lares para salir de prisi¨®n. Esto se me traslad¨® a trav¨¦s de mi mujer y de mi cu?ado, que consiguio una grabaci¨®n".

Al Kassar exhibi¨® una casete y a?adi¨® que posteriormente se rebaj¨® esa cantidad a 30 millones de d¨®lares, "15 por adelantado y 15 cuando estuviese en libertad". "Hablaron en esta cinta de su se?or¨ªa el juez Garz¨®n. Sahoud dijo que iba a ir con el juez de vacaciones y necesitaba una respuesta". Al Kassar a?adi¨® que, tras negarse, comenz¨® su "tortura, el traslado de la c¨¢rcel de Meco a la de Herrera de la Mancha, donde le tuvieron sin reloj y con un pantal¨®n corto por toda vestimenta", hasta que pasadas dos semanas sus abogados dieron con ¨¦l. El tribunal interrumpi¨® la sesi¨®n cerca de las tres de la tarde, pero Al Kassar y sus abogados prometieron que hoy revelar¨ªan las otras dos operaciones de chantaje.

Sobre el juicio de verdad, en el que el fiscal acusa a Monzer al Kassar de haber viajado de Marbella a Varsovia para recoger cuatro fusiles Kal¨¢shnikov y ocho granadas que luego habr¨ªa entregado al comando palestino de Abu Abbas que secuestro el Achille Lauro en octubre de 1985, Al Kassar admiti¨® sin reservas que era un comerciante de armas que actuaba como representante oficial de Yemen ante diversos estados soberanos. "El Estado polaco enviaba las armas al Yemen con toda la documentaci¨®n en regla. Mi trabajo era firmar contratos en nombre del Gobierno yemen¨ª, con el ministeirio de comercio polaco. Pero yo nunca vi ning¨²n arma en Polonia".

Sobre el viaje que habr¨ªa realizado desde Marbella a Varsovia para recoger el armamento para el comando palestino que secuestr¨® el buque, Al Kassar explic¨®: "No soy tan tonto come, para arriesgar mi avi¨®n de cinco millones de d¨®lares para algo as¨ª. Mi misi¨®n en Varsovia era firmar contratos, no coger armas".