Los parados se apuntan a los cursos de cine o inform¨¢tica y rechazan los de construcci¨®n

Los j¨®venes parados madrile?os no quieren ser encofradores. No les interesa aprender los secretos para que el hormig¨®n de las construcciones frag¨¹e en el molde con la forma y la resistencia adecuadas. Tambi¨¦n son malos tiempos para el yeso. Nadie desea aprender a ser yesero. Sin embargo, "todos quieren ser cineastas, como Steven Spielberg", seg¨²n relata Ricardo Rodr¨ªguez Contreras, director del Instituto Madrile?o para la Formaci¨®n Profesional. "No saben que los aprendices de yeseros o encofradores encuentran trabajo m¨¢s f¨¢cilmente", sentencia.

Los 304.599 desempleados, con carn¨¦ sellado en las oficinas del Inem de Madrid a finales de noviembre, podr¨¢n competir en el nuevo curso por una de las 17.000 plazas de formaci¨®n. Este a?o podr¨¢n elegir entre 200 oficios distintos cuyas clases se impartir¨¢n en 800 cursos. Ser¨¢n gratuitos y de asistencia obligatoria. Uno de cada 15 parados acceder¨¢ as¨ª a la formaci¨®n profesional p¨²blica.La programaci¨®n de los cursos ha sido acordada por el gobierno regional, la patronal y los sindicatos. Por experiencia, los organizadores saben que los desempleados no cambiar¨¢n sus gustos y solicitar¨¢n, un a?o m¨¢s, plaza para aprender, por este orden, t¨¦cnicas audiovisuales, ofim¨¢tica, contabilidad e inform¨¢tica. Son las especialidades con m¨¢s demanda.

Otros trabajos, sin embarg¨®, carecen de aspirantes. "Aunque los alumnos pueden elegir una segunda opci¨®n, nadie quiere que le ense?en a ser alba?il", comenta Rodr¨ªguez Contreras. Aprender a desenvolverse en el tajo tampoco ofrece muchas posibilidades de abandonar las estancias del paro.

En la actualidad, 47.300 personas aguardan una oportunidad para trabajar en la obra. El sector de la construcci¨®n tiene 167.000 ocupados y un 23,4% de paro.

"Hay una saturaci¨®n de cursos de inform¨¢tica", denuncia Rodolfo Benito, secretario regional. de Comisiones Obreras. "Ser¨ªa necesario conectar estos cursos de formaci¨®n de la Comunidad de Madrid con las profesiones de m¨¢s demanda", propone el sindicalista.

Ricardo Rodr¨ªguez Contreras piensa igual. Su departamento puso en marcha un sistema, para determinar las necesidades del mercado laboral. "Estamos en contacto con 1.200 empresarios de la regi¨®n y hacemos trimestralmente encuestas en los distintos pol¨ªgonos para conocer la actividad econ¨®W,ioa y demanda real de mano e obra que existe".

Pero Benito pretende llegar m¨¢s lejos: "Lo ideal ser¨ªa descentralizar el Inem por comunidades aut¨®nomas y vincularlo a los institutos de formaci¨®n profesional que existan. Y habr¨ªa que organizar una agencia p¨²blica de empleo para que se convirtiera en la intermediaria laboral de Madrid. As¨ª frenar¨ªamos la nociva proliferaci¨®n de agencias privadas de colocaci¨®n que existe actualmente".

La elecci¨®n de los 17.000 parados que aprender¨¢n un oficio se har¨¢ atendiendo a tres criterios: la renta econ¨®mica del solicitante, su antig¨¹edad en el Inem y la idoneidad para el curso.

Los dirigentes regionales han reservado la mayor parte del presupuesto para su plan de formaci¨®n a los alumnos de m¨¢s de 45 a?os (parados de larga duraci¨®n) y a los j¨®venes. Tambi¨¦n hay programas espec¨ªficos para mujeres e inmigrantes. La Uni¨®n Europea ha decidido apoyar, este plan con 17.500 millones de pesetas en subvenciones hasta 1999, periodo en el que se pretende atender a 100.000 parados.