El Supremo chileno inicia el juicio contra los instigadores del asesinato del ministro Letelier

ENVIADO ESPECIAL, La Corte Suprema de Chile ha comenzado la fase final del proceso que, desde hace 14 a?os, se sigue contra dos altos mandos de la Direcci¨®n Nacional de Inteligencia (Dina), la polic¨ªa pol¨ªtica del r¨¦gimen militar chileno (1973-1990), acusados de ser los autores intelectuales del asesinato de Orlando Letelier del Solar, ministro de Asuntos Exteriores, y de Defensa, durante el Gobierno de Salva dor Allende. El general retirado Manuel Contreras y el coronel en activo Pedro Espinoza dirig¨ªan la Dina cuando, el 21 de septiembre de 1976, una bomba destroz¨® en Washington el coche que ocupaban Letelier y su secretaria.

Los dos militares ya fueron condenados a siete y seis a?os de c¨¢rcel en primera instancia, y Contreras, a quien se considera principal responsable de los desmanes cometidos por el organismo disuelto en 1978, advirti¨® en alguna ocasi¨®n que no pasar¨ªa "ni un solo d¨ªa en la c¨¢rcel". La idea del Gobierno de Eduardo Frei, cuando decidi¨® construir una prisi¨®n especial para militares culpables de violaciones de los derechos humanos, era lograr que Contreras fuera su primer interno. Puede ocurrir que se produzca el fallo antes de que el Parlamento, dividido, apruebe el nuevo presidio. La causa se abri¨® con la lectura de los 11.000 folios del sumario.El diputado socialista Juan Pablo Letelier, hijo del ministro asesinado, opina que un tramo esencial de la trabajosa transici¨®n chilena hacia la democracia habr¨¢ terminado cuando la justicia encarcele al general Contreras. Y agrega que, independientemente de lo que piense el comandante en jefe del Ej¨¦rcito, Augusto Pinochet, "hay muchos oficiales de las Fuerzas Armadas que son, sobre todo, hombres de carrera, hombres de armas". Letelier, que ha tenido una activa p¨¢rticipaci¨®n en el proceso, sostiene que esa oficialidad es profesional de la defensa nacional, aparte "de su juicio sobre si era o no necesario cometer ciertas acciones de limpieza o como se quiera llamar a los atroces cr¨ªmenes contra los derechos humanos. La gran mayor¨ªa

[de las Fuerzas Armadas] no est¨¢ en la disposici¨®n de cubrir la espalda a los violadores de los derechos humanos".

Preocupaci¨®n e inquietud

El diputado piensa que, en su fuero interno, coinciden con ¨¦l en que lo mejor para la instituci¨®n y para todo el pa¨ªs es separar de las filas a sus responsables "para no contaminar al Ej¨¦rcito de algo de lo que no son responsables jur¨ªdicamente. Otra es la valoraci¨®n pol¨ªtica que tengamos". El general Jorge Lucar, en la c¨²pula de mando del Ej¨¦rcito, dijo recientemente que en el arma hay "preocupaci¨®n, no inquietud".

De ser condenados a menos de cinco a?os, los dos procesados eludir¨ªan la prisi¨®n al beneficiarse de una remisi¨®n de pena que la defensa quiso neutralizar pidiendo, sin ¨¦xito, el aplazamiento de la vista hasta marzo. El objetivo era que la Corte Suprema conociera antes de ese mes la sentencia de un proceso que, en rebeld¨ªa, se si gue a Contreras en Italia por el fallido atentado contra el l¨ªder de la democracia cristiana Bernardo Leignton, ocurrido en Roma en 1975. En opini¨®n de los abogados, si el fallo italiano es condenadorio y la Corte Suprema lo considera en su sentencia, los procesados mancha r¨ªan su expediente judicial per diendo as¨ª los beneficios de la ley chilena, que establece la posibilidad de evitar la prisi¨®n cundo las sentencias son inferiores a los cinco a?os y el reo acredita "buena conducta anterior".