Limpieza ling¨¹¨ªstica

Me gustar¨ªa que se nos dejara de presentar machaconamente a los catalanes como los "seis millones" que vibran al un¨ªsono con las alegr¨ªas y disgustos del se?or Pujol. Tambi¨¦n aqu¨ª hay diversidad, m¨¢s incluso que en el resto de Espa?a por razones f¨¢ciles. de entender, pero en ninguna otra parte existe tanto empe?o en que se nos vea como un bloque uniformado en pensamiento, sentimiento y lengua.Yo, ciudadana de Catalu?a, no estoy contenta con la sentencia del Constitucional sobre la ley del catal¨¢n y no precisamente porque no est¨¦ de acuerdo con el biling¨¹ismo, sino por lo que representa de espaldarazo a una pol¨ªtica de limpieza ling¨¹¨ªstica. Me causa perplejidad que se siga presentando la lengua catalana como, la v¨ªctima permanente. Mi experiencia personal es que no se escatiman esfuerzos, con el dinero de todos, para convertirla en lengua ¨²nica. As¨ª, no tengo derecho a ser informada en castellano de ning¨²n asunto oficial, ni siquiera cuando me dirijo verbalmente o por escrito a la Administraci¨®n auton¨®mica en esta lengua (?oficial?) merezco una respuesta en la misma.

Como madre de una hija en edad escolar, no he tenido m¨¢s remedio que pagar, durante varios a?os, un colegio privado para que no creciera analfabeta en una de sus lenguas "propias", la castellana o espa?ola. Los argumentos que utilizan los ap¨®stoles de la inmersi¨®n no me convencen. La unidad ling¨¹¨ªstica que pretenden no responde, ni ha respondido en siglos, a la realidad social catalana. El pretender imponer una de las dos lenguas se me antoja un atropello. La historia es, por definici¨®n, el pasado y un error hist¨®rico nunca se puede corregir y mucho menos sum¨¢ndole un error en el presente. La lengua est¨¢ al servicio de las personas y no al rev¨¦s.