La maldici¨®n de Bai¨®n
Los Oubi?a valoran en 1.200 millones el emblem¨¢tico pazo, construido por un indiano Y ahora embargado
No hay constancia hist¨®rica de ning¨²n momento de esplendor del pazo de Bai¨®n. M¨¢s bien, todo lo contrario, a juzgar por las peripecias del ¨²ltimo siglo, que lo ve resurgir de sus cenizas para enterrar en estrepitosas quiebras cuantas iniciativas se ensayaron. La de Laureano Oubi?a y Esther Lago, en trance de perderlo a manos de la hacienda p¨²blica, ha sido la ¨²ltima. Nunca sospecharon que sobre el pazo hubiese ca¨ªdo una maldici¨®n.El solar, perteneciente al municipio de Vilanova de Arousa, form¨®. parte del patrimonio de los condes de Priegue y fue morada de los Romay. La documentaci¨®n hist¨®rica se agota en esas referencias, as¨ª como en la segura decadencia con que entra en el siglo XX. M¨¢s que por pazo era conocido como la Granxa de Font¨¢n, quiz¨¢ porque ya entonces hab¨ªa perdido los elementos emblem¨¢ticos e indisolubles que desde los Reyes Cat¨®licos establecen la condici¨®n de pazo: palomar, capilla y cipr¨¦s.
Un indiano, de apellido Fojo, compr¨® las ruinas a principios de siglo con la fortuna amasada en Am¨¦rica. Utiliz¨® las mismas pie dras, respetando las grabadas. con los dos escudos de armas, para una construcci¨®n de nueva planta. De ella resultar¨ªa el actual castillete, que toma el nombre de la parroquia en que est¨¢ enclavado, para denominarse pazo de Bai¨®n. El indiano Fojo muri¨® antes de verlo acabado. Y su hijo no quiso habitarlo. Prefiri¨® instalarse con su prole -10 o 12 hijos- en el grupo de edificios de la misma propiedad proyectado para viviendas de obreros y cuadras.
"Era una excelente persona y un bohemio", dice de este segundo Fojo alguien que lo conoci¨®. "Su padre hab¨ªa comprado bastante terreno a vecinos, pero era pedregal, con poco aprovechamiento. Supongo que ¨¦l acab¨® de gastar la herencia y toda la familia se fue para Santiago".
En los primeros a?os de la d¨¦cada de los setenta,. la familia Fojo se lo vendi¨® a una sociedad que hab¨ªan formado con este prop¨®sito un directivo del Banco Hipotecario y dos vecinos de Vilagajrc¨ªa. Son ellos los que deciden plantar ocho o diez hect¨¢reas de cepas de albari?o y aprovechar la infraestructura de establos para instalar en ellos un centenar de vacas de la mejor raza holandesa. Tuvieron que recurrir a pr¨¦stamos hipotecarios para poner en marcha la empresa y luego ¨¦sta no funcion¨®, de manera que todo el conjunto pas¨® a poder del Banco Urquijo.
Ampliaci¨®n
La familia Oubi?a-Lago se hace con el pazo y sus terrenos en la d¨¦cada de los ochenta, a trav¨¦s de sociedades que no persorializan la propiedad. Actualmente, la finca est¨¢ registrada a nombre de la sociedad Oula, que pertenece en un 49% a la sociedad paname?a.Fashion Earrings. Oula, es decir, el matrimonio Oubi?a Lago, son los que deciden rellenar de tierra -miles de toneladas- los pedregales y ampliar la plantaci¨®n de albari?o hasta las actuales 31 hect¨¢reas.
La finca est¨¢ protegida por un monte de los vientos del Norte, los m¨¢s da?inos, por fr¨ªos, para la uva albari?o. En la temporada 1993-94, el vi?edo produjo 38.568 kilos de uva que se convirtieron en 25.070 litros de vino. Su calidad no destaca especialmente dentro de la denominaci¨®n de origen albari?o. Es normalito. Se comercializa a 900 pesetas litro bajo las marcas Abad¨ªa de Cluny y Albari?o Bai¨®n.
El negocio entr¨® en decadencia a ra¨ªz de las redadas del juez Garz¨®n y el a?o pasado ya fueron despedidos todos los empleados, salvo el capataz.
El matrimonio Oubi?a-Lago trat¨® de vender el pazo poco antes de dictarse la sentencia N¨¦cora. Lo hab¨ªan comprado por menos de 300 millones de pesetas y Esther Lago, seg¨²n Faro de Vigo, ped¨ªa el verano ¨²ltimo 1.200 millones. Recibi¨® una oferta de compra por 600 millones, pero no la acept¨®. No pensaba que volver¨ªa a la c¨¢rcel, aunque de todos modos ella ya se hab¨ªa desprendido del 4% de sus acciones en Oula. El pazo se les estaba haciendo inc¨®modo por el simbolismo que hab¨ªa adquirido en relaci¨®n con su f¨¢cil enriquecimiento y, por lo dem¨¢s, su interior tampoco es ninguna maravilla, seg¨²n la impresi¨®n de quienes lo han visitado. La mala distribuci¨®n de las distintas dependencias y la peque?ez de las habitaciones lo descalifican como gran mansi¨®n.
Su estado de conservaci¨®n es bueno. El cuerpo principal consta de dos torres de. tres plantas unidas por un cuerpo rectangular de dos plantas. Las torres, de distinto tama?o, rematan en almenas cubiertas, una a dos aguas y la otra, a cuatro, ambas con g¨¢rgolas. El complejo consta, adem¨¢s, de dos grupos de edificios levantados en las inmediaciones -la bodega y el grupo de viviendas y establos-, as¨ª como de unos espl¨¦ndidos h¨®rreos que, por su ubicaci¨®n y base, sobre construcciones prism¨¢ticas, se elevan tanto como las torres de la fachada.
Pero en el pazo Bai¨®n no hay capilla ni cipr¨¦s, s¨®lo palomar. Eso lo invalida tambi¨¦n como tal pazo, seg¨²n el refranero popular. Nadie ponga la mano en el fuego, por1o dem¨¢s, respecto a la hipot¨¦tica maldici¨®n. De manera que tampoco podr¨ªa resultar acertado destinarlo a comunidad terap¨¦utica para drogodependientes, como pretenden las asociaciones contra la droga. A 300 metros funciona un colegio p¨²blico de EGB.
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