Lartigue y Peterhansel certifican su triunfo
Arcarons acab¨® segundo a 23 minutos del vencedor en la categor¨ªa de motos
Los franceses Pierre Lartigue (Citro?n), en coches, y St¨¦phane Peterhansel (Yamaha), en motos, superaron sin dificultad el tr¨¢mite de la ¨²ltima etapa del Rally Granada-Dakar y certificaron su victoria en la gran carrera del desierto. Despu¨¦s de 10.000 kil¨®metros por cinco pa¨ªses, Peterhansel super¨® por 23 minutos al espa?ol Jordi Arcarons (Cagiva), mientras que la ventaja de Lartigue sobre el segundo clasificado, su compatriota Bruno Saby (Mitsubishi), fue finalmente de casi tres horas y media.El ¨²ltimo d¨ªa no pod¨ªa cambiar nada. Y as¨ª fue. Aunque la etapa final no fue un paseo, el dominio de Peterhansel y Lartigue qued¨® certificado. Para el vencedor de la categor¨ªa de coches, el ¨¦xito estaba asegurado hac¨ªa d¨ªas. Arcarons, por el contrario, presion¨® a Peterhansel pr¨¢cticamente hasta el ¨²ltimo momento. "Estoy triste", dijo Arcarons tras la conclusi¨®n, "porque quer¨ªa ganar esta carrera y me ha faltado poco para conseguirlo, pero creo que quedar segundo detr¨¢s del mejor piloto del mundo tambi¨¦n puede celebrarse".
La mejor prueba de c¨®mo se mantuvo la tensi¨®n estuvo en la noche anterior a la ¨²ltima etapa. Result¨® muy movida pues los 13 minutos de ventaja que hab¨ªa conquistado Peterhansel en Guinea no aseguraban al franc¨¦s ni a su equipo. Tampoco conformaban a Arcarons y al suyo. Por eso, el campamento en Tambacunda, ¨²ltima parada antes de Dakar, vivi¨® una tensa guerra de nervios.
El s¨¢bado por la tarde, tras una etapa infernal Peterhansel hab¨ªa dejado casi sentenciada la carrera, relegando a Arcarons a 13 minutos y a su compa?ero Thierry Magnaldi a media hora. Sin embargo, la moto de ¨¦ste, una Yamaha id¨¦ntica a la del l¨ªder, se rompi¨® pr¨¢cticamente al final de la etapa y no pudo cruzar la meta en marcha. Eso est¨¢ prohibido y fue observado por uno de los comisarios deportivos espa?oles, que lo denunci¨®, mientras que los miembros de la organizaci¨®n se hac¨ªan los suecos. Magnaldi acab¨® siendo excluido de la carrera.
El problema mec¨¢nico de su compa?ero y la posterior descalificaci¨®n pusieron hist¨¦ricos a Peterhansel y, sobre todo, a su equipo. Empezaron difundiendo el rumor de que Arcarons estaba reparando su moto en el pueblo, algo que tambi¨¦n est¨¢ prohibido. No era cierto, pero lograron su prop¨®sito de enrarecer a¨²n m¨¢s el ambiente. Y lo aprovecharon para cambiar el motor de la Yamaha.... por si acaso. Esta maniobra no es ilegal, pero lo dudoso del caso es saber de d¨®nde sacaron un motor completamente nuevo, justo cuando m¨¢s lo necesitaban y sin que los camiones de asistencia de Yamaha hubieran llegado todav¨ªa.
Durante toda la noche, los mec¨¢nicos trabajaron en la moto de Peterhansel. No quer¨ªan dejar ning¨²n cabo suelto. Y al empezar la etapa, no las ten¨ªan todas consigo. Pero aunque Arcarons intent¨® atacar al principio, la suerte estaba echada. Peterhansel no sufri¨® ning¨²n problema y se permiti¨® ser el m¨¢s r¨¢pido de la etapa, mientras que el piloto catal¨¢n arroj¨® enseguida la toalla. Al final, 26 minutos le separaron de la gloria. El tercer ocupante del podio fue el italiano Edy Orioli (Cagiva), vencedor de la anterior edici¨®n de la prueba.
El ¨²ltimo d¨ªa del Dakar 95 si fue un paseo para los coches. Gan¨® la etapa un Mitsubishi, el de Bruno Saby, pero el momento culminante de la jornada se produjo cuando el d¨²o vencedor, Lartigue-Perin, cruz¨® la l¨ªnea de meta flanqueado por los otros dos Citro?n, el de Timo Salonen y el de Salvador Servi¨¤.
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