Los gui?os y las adhesiones

El discurso de investidura de Jacques Santer estuvo plagado de gui?os al Parlamento, como el de estudiar con calma un C¨®digo de Conducta, para integrar mejor las enmiendas parlamentar¨ªas en las decisiones de la Comisi¨®n, o los ligeros retoques a su organigrama en respuesta a las conclusiones de las audiciones individuales de los comisarios. Hubo incluso iron¨ªa: Santer record¨® que fue bajo la presidencia luxemburguesa -es decir, la suya- cuando se decidi¨® el nuevo procedimiento de investiduta. "Nunca pens¨¦ que yo ser¨ªa su primera v¨ªctima", brome¨®. Todo correcto, pero no solemne.El programa no olvid¨® ninguno de los objetivos actuales. En econom¨ªa, impulso a la sociedad de la informaci¨®n, respeto estricto a los criterios de convergencia para, la moneda ¨²nica; en "solidaridad", conservaci¨®n del modelo social y mayor ambici¨®n para temas de justicia e interior; en pol¨ªtica exterior, el deseo de "hablar con una sola voz", el apoyo a la adhesi¨®n del Este, el trato equilibrado con el Mediterr¨¢neo, la fortaleza frente a Estados Unidos; en dise?o futuro, impulso integrador.

Los l¨ªderes de los los dos grupos parlamentarios se mostraron favorables a la nueva comisi¨®n. Wilfried Martens del Partido Popular Europeo declar¨® su "apoyo al programa", sin reservas. La socialista Pauline Green dese¨® que los ministros brit¨¢nicos se sometieran a audiciones parecidas a las de los comisarios, consider¨® aptos a todos y apoy¨® en general, aun recordando las reservas parlamentarias a algunos aspectos del organigrama (responsabilidades sobre la igualdad hombre-mujer, derechos humanos y cooperaci¨®n al desarrollo). La amenaza de crisis parece desactivada.