La lucha de una pionera

A sus 70 a?os, la brit¨¢nica Margaret Burbidge acumula una cantidad impresionante de distinciones. Fue la primera mujer directora del Royal Greenwich Observatory (Reino Unido) y seguramente pasar¨¢ a la historia de la ciencia, cuando menos, por su aportaci¨®n a la teor¨ªa revolucionaria que explic¨®, en 1957, el origen de los elementos qu¨ªmicos en las estrellas. "Firmamos aquel art¨ªculo Fred Hoyle, William Fowler, mi marido (Geoffrey) y yo", recuerda. Con su marido asisti¨® la semana pasada a la reuni¨®n de astronom¨ªa celebrada en Puerto de la Cruz.Ella destaca que uno de sus empe?os m¨¢s grandes ha sido "atraer a m¨¢s mujeres a la astronom¨ªa, tirar las barreras que impiden el acceso de las mujeres a la ciencia. Todav¨ªa somos pocas, aunque muchas m¨¢s que cuando empec¨¦", dice.

Burbidge fue la primera mujer que logr¨®, en 1955, acceder a los observatorios de la Instituci¨®n Carnegie, en California, que eran los mejores del mundo. "Primero me contestaron dici¨¦ndome que las plazas s¨®lo eran para hombres". Geoffrey y ella fueron invitados a Chicago, donde no hab¨ªa prohibici¨®n de que las mujeres utilizasen los telescopios y por fin, en 1955, "con el apoyo de Allan Sandage y de algunos otros se arreglaron las cosas para que yo pudiera utilizar los telescopios de Mount Wilson como ayudante de mi marido", cuenta. Como no pod¨ªan dormir y comer en la residencia del observatorio ten¨ªan que vivir en una caba?a en el monte.

Su marido mantiene una posici¨®n, muy minoritaria entre sus colegas, contraria a la teor¨ªa del Big Bang, sosteniendo la teor¨ªa del universo estacionario. Ella mantiene una postura distante: "Hay indicaciones de que probablemente la teor¨ªa del Big Bang necesita modificaciones, sobre todo cuando se refiere a antes de la gran explosi¨®n. No s¨¦ por qu¨¦ necesitamos un acontecimiento de creaci¨®n".