Miguel Narros retoma la actualidad de Pirandello

Miguel Narros, uno de los directores m¨¢s s¨®lidos de la escena espa?ola, se enamor¨® en su juventud del texto pirandelliano Seis personajes en busca de autor, aunque no pudo llevarlo a escena hasta 1982. Pero los cambios sociales de tos ¨²ltimos tiempos han provocado que el texto del autor italiano martillease en la memoria de Narros hasta el punto de verse en la necesidad de revisar su propia puesta en escena de Seis personajes..., para la que ha contado de nuevo con el adaptador -Manuel ?ngel Conejero, el escen¨®grafo Andrea d'Odorico y un reparto diferente. Esta renovada visi¨®n de la obra, estrenada el pasado mes de noviembre en Sevilla, se muestra a partir de ma?ana en el teatro Alb¨¦niz de Madrid, tras una exitosa gira.

Unos personajes invaden el territorio de trabajo de una compa?¨ªa teatral que se encuentra en pleno ensayo y piden, de manera desgarrada, ser interpretados con total exactitud. Ese argumento fue el que utiliz¨® Luigi Pirandello en 1921 en su obra Seis personajes en busca de autor, que supuso una ruptura con el teatro naturalista de la ¨¦poca y el enganche definitivo del autor italiano a la escritura teatral. Desde entonces nadie ha negado que Seis personajes... es uno de los m¨¢s grandes y revulsivos textos dram¨¢ticos del teatro universal.El catedr¨¢tico Manuel ?ngel Conejero ha vuelto a responsabilizarse, como hace doce a?os, de la adaptaci¨®n de la obra, aunque se ha negado a leer su trabajo de aquella ¨¦poca. Tanto ¨¦l, como Narros y D'Odorico, dicen que no s¨®lo los actores son distintos en esta nueva revisi¨®n de Seis personajes...: "Todos somos distintos, la sociedad tambi¨¦n ha cambiado y por tanto la lectura de la obra, tanto literaria como pl¨¢stica y ¨¦tico-est¨¦tica, es diferente", afirman. Como ejemplo se?alan que, bajo la obra de Pirandello, hay un profundo an¨¢lisis de algo reciente en nuestra sociedad: "Esta es una ¨¦poca de actos pseudoteatrales, con toda esa basura de los reality shows en las televisiones, esa exhibici¨®n del propio drama, cosas que aparecen en el formato de esta obra", afirma Conejero.

El director, que ayer se mostr¨® mucho m¨¢s relajado que cuando se enfrenta a un estreno absoluto, ya que la obra ha realizado ya una exitosa gira desde su estreno en Sevilla, no ocult¨® su pasi¨®n por Pirandello y habl¨® de las m¨²ltiples vertientes que ofrece esta obra: "Por un lado, est¨¢ la puramente teatral, que viene dada por la exigencia de los personajes para que se les deje hacer aquello para lo que han sido creados; por otro, el problema de la muerte, que en la escena siempre tendr¨¢ que ser interpretada y pone al desnudo la falsedad del teatro; tambi¨¦n est¨¢ esa lucha sutil por la exactitud en la representaci¨®n o el debate entre lo que es posible y lo que no, sin olvidar lo que quiz¨¢ sea el mayor mensaje de Pirandello: que nada sirve para nada", dice Narros, quien inmediatamente es apoyado por D'Odorico con una frase del autor italiano: "A ver si de una vez el ser humano se da cuenta que s¨®lo somos personas que hemos nacido para morir".

Adem¨¢s de la compa?¨ªa, tambi¨¦n fueron testigos de esas reflexiones de angustioso toque ex?stencialista dos ni?os que trabajan en la obra, con una disciplina, seg¨²n Narros, digna de actores curtidos. Adem¨¢s hay un reparto, de dieciocho actores, encabezado por Helio Pedregal, Chema Mu?oz, Nuria Gallardo, Claudia Gravi, Gabriel Garbisu y Arantxa Aranguren.

El director compara los trabajos que con este texto ha realizado ahora, y hace doce anos: "La profesionalidad y la posible sabidur¨ªa teatral que se adquieren, tras doce a?os de continuado trabajo, tienen la contrapartida de que pueden servir para anquilosar". Narros agrega con su habitual sereno tono de voz: "De ah¨ª que en esta ocasi¨®n sea mucho m¨¢s arriesgado, precisamente para luchar, entre otras cosas, contra el anquilosamiento, pero lo que s¨ª es cierto es que en la puesta en escena anterior jugu¨¦ mucho m¨¢s".