Miles de vascos rinden homenaje a Ord¨®?ez

Decenas de miles de vascos salieron ayer a la calle en San Sebasti¨¢n, en una clamorosa muestra de reconocimiento a la figura del concejal del PP Gregorio Ord¨®?ez, asesinado el lunes por ETA, y en demanda de que la banda terrorista acabe de una vez con la violencia. Los ciudadanos ocuparon las calles y aceras del centro de la ciudad formando una marca humana que escolt¨® a los amigos y familiares de la v¨ªctima y a numerosos dirigentes pol¨ªticos desde el Ayuntamiento hasta la iglesia de la Sagrada Familia, que estaba abarrotada hasta el altar de asistentes al funeral. La manifestaci¨®n, una de las m¨¢s numerosas celebradas en San Sebasti¨¢n, reuni¨® a la pr¨¢ctica totalidad de los dirigentes y representantes de las instituciones vascas y a parte de la clase pol¨ªtica espa?ola.

Antes de empezar la marcha ciudadana, desde las seis y media de la tarde, el gent¨ªo se agolpaba en las aceras dispuesto a incorporarse a la comitiva, presidida inicialmente por la corporaci¨®n de la ciudad y posteriormente por el presidente del PP, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y gran parte de la Ejecutiva Nacional de su partido.Bajo una llovizna suave que acompa?¨® persistentemente a la multitud en su camino hacia el templo -con rostros serios, cariacontecidos, crispados y firmes bajo los paraguas-, los aplausos estallaban al paso de la comitiva en un gesto espont¨¢neo de ¨¢nimo y firmeza colectiva en la lucha contra ETA.

Entre las hileras de los manifestantes pod¨ªan escucharse comentarios corno ¨¦stos: "Era un valiente"; "un hombre trabajador"; "estamos hartos de que cuatro malnacidos nos digan lo que tenemos que hacer y lo que no", "asesinos de mierda"; "hay que unirse y traer a los que condenan, pero se quedan en casa". Constitu¨ªan un murmullo discreto bajo el silencio general.

A excepci¨®n de Aznar y los dirigentes del PP que encabezaban la marcha, los pol¨ªticos, como el lehendakari, Jos¨¦ Antonio Ardanza; el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, y el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, se mantuvieron a gran distancia de la cabeza, mezclados entre los manifestantes, al igual que los alcaldes de Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano; Barcelona, Pasqual Maragall; Valencia, Rita Barber¨¢, y de otras capitales.

A la llegada al templo, despu¨¦s de que los manifestantes, muchos de los cuales portaban lazos negros, cubrieran a paso r¨¢pido la distancia entre el Ayuntamiento, en el Boulevard donostiarra, y el barrio de Amara, los aplausos, que eran continuos a lo largo del recorrido, se hicieron atronadores para saludar la presencia de los familiares de la v¨ªctima, especialmente su viuda, Ana Iribar; de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar; de Jos¨¦ Antonio Ardanza; del consejero vasco de Interior, Juan Mar¨ªa Atutxa; del ministro Belloch, y de los miembros de la Guardia Civil.

El gent¨ªo ya hab¨ªa abarrotado la iglesia, llegando a ocupar el altar y el coro. En el coro, mezclado con otros asistentes, estaba el escultor vasco Eduardo Chillida, que, con gesto entristecido, explic¨®: "He venido para expresar mi protesta por tantos disparates y porque soy cristiano". A la pregunta de si conoc¨ªa al pol¨ªtico asesinado, contest¨®: "Apenas lo conoc¨ªa, pero era un hombre".

Mientras, la cola de la manifestaci¨®n no hab¨ªa abandonado todav¨ªa las inmediaciones del Ayuntamiento. Con el templo repleto, miles de ciudadanos dieron su adi¨®s al teniente de alcalde asesinado, siguiendo desde el exterior de la iglesia el acto religioso, que estuvo oficiado por el cardenal Suqu¨ªa; el obispo de San Sebasti¨¢n, Jos¨¦ Mar¨ªa Seti¨¦n, y otros 29 sacerdotes.

Los familiares de Ord¨®?ez aceptaron que el obispo donostiarra -al que frecuentemente se ha acusado de tener demasiada comprensi¨®n por los abertzales- oficiara los funerales despu¨¦s de que ¨¦ste mostrara expresamente su deseo de hacerlo.

A la salida del templo, parte de los asistentes abuche¨® a algunos dirigentes pol¨ªticos, mientras otros muchos aplaud¨ªan a Aznar y a Atutxa, y estallaba el grito general de "ETA, asesina; ETA, asesina", mezclado con el de "ETA, al pared¨®n".

A esa hora, miles de vascos se manifestaban en silencio contra la banda terrorista en casi 150 municipios de la comunidad, siguiendo la convocatoria del movimiento pacifista vasco Gesto por la Paz.

En declaraciones hechas antes de la manifestaci¨®n, Juan Alberto Belloch destac¨® que el asesinato "ha sido un ataque directo a la democracia, porque cuando se mata a un guardia civil, a un polic¨ªa, a un ertzaina, a un polic¨ªa muncipal o a cualquier ciudadano, se ataca a la instituci¨®n democr¨¢tica, a la esencia del Estado democr¨¢tico".

Belloch a?adi¨® que el asesinato de Ord¨®?ez es "un atentado a las ideas que ¨¦l defend¨ªa. Los ciudadanos deben saber", proclam¨®, "que el objetivo del Gobierno de la naci¨®n, del Gobierno vasco, de las Fuerzas de Seguridad del Estado y del conjunto de las fuerzas pol¨ªticas es acabar con el terrorismo, y que la unidad debe prevalecer. Hay que tener confianza porque les vamos a ganar desde la unidad del Pacto de Ajuria Enea y del Pacto de Madrid".

El ministro advirti¨® que no se debe especular sobre si el atentado es un aviso de ETA ante el ascenso del PP. "No hay que buscar m¨¢s explicaciones: ETA mata cuando puede y a quien puede".