"Cre¨ª que me mor¨ªa"
Adolfo Gilaberte, de 43 a?os, diputado de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid, sufri¨® en la medianoche del lunes un robo con apu?alamiento mientras paseaba junto a otros parlamentarios madrile?os por Santiago de Chile, donde se encontraba participando en un seminario sobre urbanismo. Un joven le quit¨® los d¨®lares que guardaba en su bolsillo. El ladr¨®n fue detenido por otros paseantes. Gilaberte se acerc¨® entonces para recuperar su dinero, pero se encontr¨® con un navajazo entre el coraz¨®n y el est¨®mago que le llev¨® directo al hospital, donde se hallaba anoche fuera de peligro."Pod¨ªa haber sido peor, he tenido mucha suerte de que no me tocara el coraz¨®n; pero en el traslado al hospital cre¨ª que me mor¨ªa", declar¨® ayer a EL PA?S desde la habitaci¨®n 308 del hospital Posta Central, de Santiago de Chile, el diputado Gilaberte.
PASA A LA P?GINA 7
"La sangre no dejaba de salir por el pecho"
VIENE DE LA PAGINA 1La pu?alada, entre el coraz¨®n y el est¨®mago, sorprendi¨® a Gilaberte mientras paseaba junto al diputado socialista Juan Antonio Ruiz Castillo y a Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga, director general de Planificaci¨®n Urban¨ªstica de Madrid, por el paseo de Ahumada, una calle del centro de Santiago pr¨®xima al Palacio de la Moneda.
"Un chavalote de 15 o 16 a?os me meti¨® la mano en el bolsillo y se llev¨® mi dinero. Yo prefer¨ª no seguirle. Fue entonces cuando algunas personas que paseaban por el lugar le zancadillearon. Cuando cay¨® al suelo, yo me acerqu¨¦ para recuperar mi dinero, aunque, algunos de los que hab¨ªan detenido al ladr¨®n estaban cogiendo mis d¨®lares y meti¨¦ndoselos en el bolsillo. En el barullo, el chaval se levant¨®, sac¨® una navaja y me1a clav¨®. Y ya no recuerdo m¨¢s", coment¨® ayer Gilaberte a EL PA?S. El agresor se dio a la fuga.
"En el traslado al hospital iba muy preocupado, cre¨ª que me mor¨ªa, pues me faltaba la respiraci¨®n y la sangre no dejaba de salirme por el pecho. Me puse muy nervioso pensando que me hab¨ªa ocurrido algo tr¨¢gico a 15.000 kil¨®metros de mi casa. Afortunadamente, hoy he hablado con mi mujer para tranquilizarla. Me han dicho que tan s¨®lo hay que esperar a que la herida cicatrice. No han tenido que operarme y ma?ana
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