Yeltsin consider¨® la alerta nuclear ante la alarma que caus¨® el misil disparado por Noruega
El presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, us¨® por primera vez el bot¨®n nuclear el mi¨¦rcoles para ponerse en contacto con el ministro de Defensa, P¨¢vel Grachov, y los generales responsables de las armas nucleares del Kremlin y realizar el seguimiento del misil noruego que caus¨® alarma en Mosc¨². As¨ª lo revel¨® ayer ¨¦l mismo, antes de manifestar que alguna potencia quer¨ªa probar la preparaci¨®n rusa. De sus declaraciones no se deduce si lleg¨® a declarar el estado de alerta nuclear.
"Ayer [mi¨¦rcoles] realmente us¨¦ por primera vez mi malet¨ªn negro con el bot¨®n [nuclear] que siempre [dos oficiales] llevan conmigo. De inmediato establec¨ª comunicaci¨®n con el ministro de Defensa y con todos los generales que necesitaba y seguimos el vuelo de ese misil [noruego] desde el principio hasta el fin", declar¨® Yeltsin, de visita en L¨ªpetsk, ciudad al sur de la capital rusa. El presidente agreg¨®, ufano: "Por supuesto, ellos no esppraban que lo ¨ªbamos a descubrir, ya que el cohete no era muy grande". Luego coment¨® que las Fuerzas Armadas demostraron estar muy bien preparadas para hacer frente a situaciones cr¨ªticas.Yeltsin aventur¨® que quiz¨¢ el rnotivo del lanzamiento del misil noruego era probarles, "ya que los medios de comunicaci¨®n hablan todo el tiempo" de que el Ej¨¦rcito ruso es d¨¦bil. " Descubrimos de inmediato el cohete", insisti¨®. "En menos de un minuto ya sab¨ªamos de d¨®nde hab¨ªa sido lanzado el misil, a qu¨¦ velocidad volaba y aproximadamente d¨®nde caer¨ªa".
El presidente ruso parec¨ªa ayer ignorar que el cohete noruego no persegu¨ªa los fines militares que le atribuye, como ya reconoci¨® el propio mi¨¦rcoles por la tarde el ministro de Exteriores ruso, quien dijo que se trataba de un cohete meteorol¨®gico.
Inicialmente, la agencia rusa Interfax inform¨® que las Fuerzas Antia¨¦reas hab¨ªan destruido "un misil de combate que hab¨ªa violado las fronteras a¨¦reas de Rusia". M¨¢s tarde la agencia, cercana a medios gubernamentales, corrigi¨® y dijo que el cohete no hab¨ªa entrado en el espacio a¨¦reo ruso y que no hab¨ªa sido destruido por los rusos, pero insisti¨® en que se trataba de un misil militar, "probablemente, de la clase operativo-t¨¢ctica", citando a un alto oficial an¨®nimo.
Las Fuerzas Antia¨¦reas rusas vivieron su mayor crisis en mayo de 1987, cuando el alem¨¢n Mathias Rust aterriz¨® en la plaza Roja de Mosc¨².
Tres maletines negros de 12 kilos
El famoso malet¨ªn negro, que acompa?a, siempre al presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, efectivamente tiene el llamado bot¨®n nuclear, pero con ¨¦l no se puede disparar ning¨²n misil. El bot¨®n es s¨®lo un medio de comunicaci¨®n entre los dirigentes y el Punto Central de Mando, desde donde se comunican con los plataformas de lanzamiento.Adem¨¢s, no se trata de un solo malet¨ªn, sino de tres: el del presidente; el del ministro de Defensa, y el de una tercera persona cuyo nombre constituye secreto militar. Se supone que el tercer malet¨ªn es responsabilidad del jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas.
El mismo malet¨ªn se parece a una cartera de cuero un poco mayor que las corrientes, generalmente de color negro o gris y que pesa unos 12 kilos. Lo llevan dos oficiales que no pueden tener un grado menor al de coronel. Cabe destacar que ni el presidente ni el ministro de Defensa deben accionar el bot¨®n del malet¨ªn, sino el oficial responsable, de su custodia. Los militares que llevan el malet¨ªn no pueden dormir, ni leer peri¨®dicos ni libros. Todo el tiempo deben mantener los ojos fijos en el malet¨ªn. Hace poco, como informa en su ¨²ltimo n¨²mero el semanario Argumenti i Fakti, en las dachas y pisos de los dirigentes construyeron piezas especiales para que los oficiales que lo llevan puedan descansar.
Si bien es cierto que con los maletines nucleares no se puede disparar ning¨²n misil, tampoco puede hacerse sin ellos, ya que quienes los poseen son quienes deben dar el c¨®digo necesario para que los responsables de los misiles puedan efectuar el lanzamiento.
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