Portugal, entre dos palacios
El enfrentamiento entre el presidente de la Rep¨²blica y el primer ministro marca el final del cavaquismo
En su austero despacho del palacio de Bel¨¦m, Mario Soares espera sentado el estallido de la guerra por la sucesi¨®n en el PSD. Otra raz¨®n para disolver la Asamblea, piensa el presidente. Los socialdem¨®cratas tienen s¨®lo tres semanas para encontrar un nuevo l¨ªder: el congreso est¨¢ fijado para los d¨ªas 17, 18 y 19 de febrero. Dos hombres parten favoritos: Fernando Nogueira, actual ministro de Defensa, y Dur¨¢o Barroso, ministro de Asuntos Exteriores. ?stas son sus credenciales:
Entre los palacios de S¨¢o Bento (sede de la presidencia del Gobierno) y de Bel¨¦m (sede de la presidencia de la Rep¨²blica) hay s¨®lo un paseo de 3,5 kil¨®metros. Pero para los inqullinos de uno y otro lugar esa distancia es insalvable: les separan 92.080 kil¨®metros cuadrados, exactamente la superficie de Portugal. La idea que de su pa¨ªs tienen el primer ministro, y el jefe del Estado es tan distinta que Anibal Cavaco acabar¨ªa perdi¨¦ndose en la mapa de Mario Soares; y Mario Soares ser¨ªa incapaz de encontrar su propia casa en el mapa de Anibal Cavaco. Este desencuentro, que desde hace a?os ha estimulado el ingenio de los peri¨®dicos de Lisboa, es desde el pasado lunes 23 la clave del futuro de la naci¨®n.A las cuatro de la tarde de ese d¨ªa, la reuni¨®n que Mario Soares celebraba en su gabinete con el ministro de Asuntos Exteriores de T¨²nez fue interrumpida por un timbrazo del tel¨¦fono interior. Su jefa de prensa, Estrela Serrano, le comunic¨® que Cavaco acababa de anunciar por televisi¨®n su intenci¨®n de abandonar el liderazgo del Partido Social Dem¨®crata (PSD) y de no presentarse a las elecciones legislativas. El presidente de la Rep¨²blica estaba, como siempre, in albis. Pero Soares es un experto en partidas r¨¢pidas. Apenas unas horas m¨¢s tarde ya ten¨ªa lista su pr¨®xima jugada: si las circunstancias no var¨ªan sustancialmente, el jefe del Estado cumplir¨¢ su vieja ambici¨®n de dinamitar la mayor¨ªa cavaquista. Disolver¨¢ la Asamblea inmediatamente despu¨¦s del congreso del PSD, previsto para los d¨ªas 17, 18 y 19 de febrero. La coartada: las probabilidades de que el nuevo l¨ªder salga del Gobierno son altas, y parece incongruente que el primer ministro tenga a sus ¨®rdenes en el Gabinete a quien es, su jefe en el partido. En el palacio de Bel¨¦m han elaborado una agenda ideal: disoluci¨®n del Parlamento, legislativas en junio, aprobaci¨®n de los presupuestos en octubre y primera ronda de las presidenciales en enero. Soares debe darse prisa: su autoridad para disolver la C¨¢mara termina seismeses antes del final de su mandato. Si consigue su prop¨®sito, podr¨¢ retirarse de la vida pol¨ªtica ("dar¨¦ conferencias, escribir¨¦ libros, ser¨¦ un ciudadano m¨¢s", afirma) con la satisfacci¨®n de una venganza cumplida.
Para entender la animadversi¨®n entre Soares y Cavaco basta comparar a ambos personajes: uno es bajo, el otro es alto; uno es rubio, el otro es moreno; uno es grueso, el otro es delgado; uno viene de una familia lisboeta ilustrada, el otro es hijo de campesinos del Algarve; a uno le gustan las mujeres, al otro le gusta su mujer; uno tiene 70 a?os, el otro tiene 55; uno es socialista, el otro es conservador. S¨®lo una cosa tienen en com¨²n: las mujeres de ambos se llaman Mar¨ªa.
Diplom¨¢ticos europeos acreditados en Lisboa no dudan de que el enfrentamiento que se vive entre los palacios de Bel¨¦m y S¨¢o Vento est¨¢ retrasando las inversiones extranjeras y la recuperaci¨®n econ¨®mica desde hace un a?o, cuando trascendi¨® la intenci¨®n de Mario Soares de utilizar la bomba at¨®mica que la Constituci¨®n ha puesto en sus manos: disolver la Asamblea. Los cavaquistas acusan adem¨¢s al presidente de la Rep¨²blica de irresponsabilidad por torpedear sistem¨¢ticamente la pol¨ªtica del, Gobierno. "Soares se levanta cada d¨ªa pensando '?qu¨¦ le puedo hacer hoy a Cavaco?', y mientras, el pa¨ªs se est¨¢ volviendo ingobernable", afirma Elena S¨¢nches Os¨®rio, subdirectora de O Independente, tal vez el peri¨®dico m¨¢s agresivo con el Gobierno del PSD.
La obsesi¨®n de Soares con Cavaco es antigua. Cuando se enter¨® de que el hoy primer ministro hab¨ªa sido elegido l¨ªder de los socialdem¨®cratas, sentenci¨® con desprecio: "No tiene curr¨ªculo". Cuando se postulaba para la presidencia de la Rep¨²blica, afirm¨®: "Es un epifen¨®meno. Deja que yo sea elegido y no se hablar¨¢ m¨¢s de ¨¦l". Y el pasado 8 de diciembre declaraba a Diario de Noticias: "Si yo no estuviera en Bel¨¦m, Cavaco no habr¨ªa tenido dos mayor¨ªas. Pero el electorado habr¨¢ pensado: no corremos peligro, el presidente estar¨¢ all¨ª para equilibrar el barco".
Cavaco nunca ha respondido p¨²blicamente a esos ataques personales, a pesar de que sabe (es de dominio p¨²blico) que el presidente siempre se refiere a ¨¦l en privado como "o gajo", t¨¦rmino despectivo que podr¨ªa traducirse ben¨¦volamente por "el tipo". Esta pasividad ha hecho que sus enemigos le acusen de falta de coraje. En Bel¨¦m van m¨¢s all¨¢ y apelan a su compleja personalidad para respaldar la idea de que no se presentar¨¢ a las elecciones para la presidencia de la Rep¨²blica. Los asesores de Soares creen que, al dejar abierta la posibilidad de su candidatura para la jefatura del Estado, Cavaco s¨®lo busca conservar su fuerza pol¨ªtica para acabar el mandato al frente del Ejecutivo y para influir en su sucesi¨®n en el congreso del PSD.
Hay entre las 24 personas que forman el Camelot de S¨¢o Vento quien quiere creer que la aventura tendr¨¢ una segunda parte. Pero la mayor¨ªa piensa que est¨¢ viviendo el ep¨ªlogo del cavaquismo. Para tener la certeza es in¨²til recurrir al primer ministro. Cavaco es un hombre herm¨¦tico, hasta tal punto de que sus m¨¢s directos colaboradores s¨®lo conocieron su decisi¨®n de no presentarse a las elecciones una hora antes de que comenzara la rueda de prensa del lunes. Los dos folios que ley¨® ante las c¨¢maras de televisi¨®n estaban escritos de su pu?o y letra, para evitar filtraciones a trav¨¦s de las mecan¨®grafas.. Ahora, puestos a hacer c¨¢balas, creen que tom¨® la decisi¨®n de abandonar incluso antes de la, cumbre de Oporto, cuando Felipe Gonz¨¢lez y ¨¦l charlaron sobre su futuro personal despu¨¦s de tantos a?os en la pol¨ªtica y bromearon a cuenta de los 70 encuentros que hab¨ªan mantenido en los nueve a?os anteriores. Tambi¨¦n recuerdan el impacto que tuvo en ¨¦l la renuncia de Jacques Delors a la carrera por el El¨ªseo. Y una frase lapidaria que, en noviembre, le espet¨® un relajado George Bush: "Hay otra vida m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica".
Todo hace suponer que el cavaquismo ha finiquitado. Sus enemigos pol¨ªticos dicen que s¨®lo ha tra¨ªdo 1.300 kil¨®metros de autopistas y un aumento de las desigualdades sociales. Sus partidarios afirman que ha modernizado y ha dado estabilidad al. pa¨ªs. Su inventor, Anibal Cavaco Silva, no hace declaraciones, pero accedi¨® a hacer una excepci¨®n con EL PA?S: "Naturalmente que en diez a?os de gobierno se aprende mucho. Pero no tengo dudas de que volver¨ªa a hacer las grandes reformas que han modernizado Portugal en la ¨²ltima d¨¦cada. Volver¨ªa a hacer la reforma fiscal, la liberalizaci¨®n de la econom¨ªa, la entrada del escudo en el Sistema Monetario Europeo, la estabilizaci¨®n de la propiedad de la tierra, la privatizaci¨®n de los medios de comunicaci¨®n, la flexibilidad del mercado laboral, el nuevo sistema educativo y de salud. S¨ª, volver¨ªa a hacerlo".
Los delfines
FERNANDO NOGUEIRAEdad: 44 a?os.
Estado civil: Casado. Cuatro hijos.
Formaci¨®n: Licenciado en Derecho.
Curr¨ªculo: Ex ministro de la Presidencia y de Justicia. Ministro de la Presidencia y de Defensa. Primer vicepresidente de la Comisi¨®n Pol¨ªtica Nacional del PSD.
Ventajas: Es el n¨²mero dos del Gobierno y del partido Durante mucho tiempo fue se?alado como el delf¨ªn de Cavaco. Controla el aparato y la mayor¨ªa del grupo parlamentario. Es una soluci¨®n de continuidad. Inconvenientes: tocado por los recientes esc¨¢ndalos de motores para Indonesia y material de guerra para el Gobierno de Angola. No es un buen orador. Tiene la oposici¨®n del ala m¨¢s liberal del PSD.
DURAO BARROSO
Edad: 38 a?os.
Estado civil: Casado. Tres hijos.
Formaci¨®n: Licenciado en Derecho. Graduado en Ciencias Pol¨ªticas y diplomado en Estudios Europeos.
Curr¨ªculo: Ex secretario de Estado del Ministerio de Administraci¨®n Interna. Ministro de Asuntos Exteriores.
Ventajas: No pertenece a ninguna de las corrientes del PSD, lo que le deja las manos libres para abordar la renovaci¨®n del partido. No se ha visto salpicado por ninguno de los esc¨¢ndalos que han sacudido al Gabinete en los ¨²ltimos a?os. Es joven y tiene experiencia internacional. Orador experimentado. Es el favorito de Cavaco. Inconvenientes: Su pasado mao¨ªsta. No controla el aparato del partido.
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