Ojeriza en el ministerio
Garz¨®n y Vera coincidieron en Interior tres semanas en 1994
La Gran Cruz de Carlos III, concedida por el Consejo de Ministros a Rafael Vera el mismo d¨ªa de su marcha, sellaba, el 28 de enero de 1994, la estancia de 11 a?os del ex secretario de Estado para la Seguridad en el Ministerio del Interior. Vera, entonces con 48 a?os, era premiado p¨²blicamente por su "enorme dedicaci¨®n" a la lucha antiterrorista.Tres d¨ªas antes, Vera se hab¨ªa entrevistado en La Moncloa con el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, para despedirse de ¨¦l cordialmente y agradecerle la oferta que d¨ªas atr¨¢s le hab¨ªa hecho llegar y que no acept¨®: la Embajada de Argentina.
El final de etapa de Vera no sorprendi¨® a nadie. El entonces titular del Interior, Antoni Asunci¨®n, lo hab¨ªa cantado el mismo d¨ªa que Garz¨®n puso el pie en su departamento. El 4 de enero, el ministro informaba que el delegado del Plan Nacional sobre Drogas, Baltasar Garz¨®n, quedaba desde ese momento adscrito a Interior " por decisi¨®n del Gobierno".
El magistrado en excedencia ve¨ªa prosperar as¨ª el informe que hab¨ªa remitido a Felipe Gonz¨¢lez con una serie de argumentos que consejaban a su juicio dicha ubicaci¨®n. Hasta entonces, Garz¨®n depend¨ªa de Asuntos Sociales.
Asunci¨®n a?adi¨® dos datos: Vera -art¨ªfice de la pol¨ªtica antiterrorista socialista- se ir¨ªa a final de mes y su puesto no ser¨ªa cubierto. El propio ministro asumir¨ªa todas las riendas de la lucha contra ETA. Garz¨®n, por su parte, ser¨ªa arropado con "todas las competencias necesarias" en materia de narcotr¨¢fico.
Te¨®ricamente Vera y Garz¨®n coincidieron el Ministerio del Interior una tres semanas, aunque todo indica, como el. propio Vera reconoci¨® el jueves en televisi¨®n, que entre ambos no hubo apenas relaci¨®n. M¨¢s bien todo lo contrario. Para Vera, es evidente la animadversi¨®n que pueda haber entre ambos.
Unas relaciones malas, pero que saltaron definitivamente por los aires el 16 de diciembre pasado, cuando Garz¨®n incluy¨® a Vera como implicado en el sumario del caso GAL. El ex polic¨ªa Jos¨¦ Amedo decidi¨® ese d¨ªa, por causas todav¨ªa desconocidas, contar al juez su relato del secuestro de Segundo Marey (el 4 de diciembre de 1983), al que presumiblemente los GAL confundieron con un activista de ETA. En el sumario quedaron plasmados los nombres, entre otros, de Rafael Vera, Jos¨¦ Barrionuevo, Juli¨¢n Sancrist¨®bal, Ricardo Garc¨ªa Damborenea y Alfonso Guerra.
Amedo, ex subcomisario del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa condenado por actividades de los GAL, en r¨¦gimen abierto desde julio pasado, asegura que Vera, entonces director de la Seguridad del Estado, mantuvo contacto telef¨®nico con Sancrist¨®bal con ocasi¨®n del fallido intento de secuestro de un etarra en Francia.
Seg¨²n consta en el sumario, con ocasi¨®n del intento de secuestro de Jos¨¦ Mar¨ªa Larretxea Go?i, activista de ETApm, hecho ocurrido en Francia el 18 d¨¦ octubre de 1983, Sancrist¨®bal -entonces gobernador civil de Vizcaya- llam¨® a Rafael Vera -director de la Seguridad del Estado- desde la casa del jefe de Polic¨ªa de Bilbao, Francisco ?lvarez, para informarle que los cuatro polic¨ªas encargados de la misi¨®n hab¨ªan regresado ya a Espa?a.
La operaci¨®n fracas¨® al intevenir casualmente varios gendarmes franceses. Seg¨²n Amedo, los cuatro agentes se trasladaron a Madrid, donde cobraron cada uno 200.000 pesetas.
Tres d¨ªas despu¨¦s de esta declaraci¨®n, el juez Garz¨®n someti¨® a un careo de media hora a Sancrist¨®bal y a Amedo. El ex polic¨ªa mantuvo la versi¨®n de que el entonces gobernador informaba a Vera ; Sancrist¨®bal replic¨® que nunca mantuvo esa conversaci¨®n telef¨®nica y que desconoce si se entreg¨® o no di nero a los cuatro polic¨ªas. Tanto Amedo como su compa?ero Michel Dom¨ªnguez acusan tambi¨¦n a Vera y a su ex secretario personal, Juan de Justo, de coordinar el pago de 200 millones de pesetas en Suiza a ambos ex polic¨ªas.
Precisamente ayer declararon ante Garz¨®n el comandante de la Guardia Civil F¨¦lix Hernando y el comisario de polic¨ªa An¨ªbal Mach¨ªn, quienes habr¨ªan ingresado, en tres entregas, parte de esos 200 millones en cuentas corrientes abiertas a nombre de las esposas de Amedo y Dom¨ªnguez. Una cuarta entrega la habr¨ªa efectuado Juan de Justo. El dinero proceder¨ªa de los fondos reservados de Interior.
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